Cada uno tiene su forma de ser, su manera de expresarse, pero todos tienen un mismo objetivo durante el camino: demostrar que quieren ser toreros. David Sejas, Asier Abadiano, Ángel Alarcón y Brian Bautista son los cuatro alumnos de la Escuela Taurina Oscense que este sábado harán el paseíllo en casa, ante su gente. Descuentan los días, las horas y casi los minutos para que llegue la fecha. Por fortuna, parece que el tiempo respetará, algo que no ha sucedido en las últimas veces siempre que la ET ha tenido la voluntad de organizar una clase práctica como la citada. Será el pistoletazo de salida de la temporada taurina en Aragón.
David Sejas tiene 20 años y es de Zaragoza, pero es todo "ilusión" porque va a ser el segundo novillo que mate en Huesca, que es donde entrena todos los días. "Tengo ganas de mostrarle a la gente la evolución que voy teniendo en la Escuela. Voy contando los días para que llegue el sábado", subraya. El año pasado ya participó también en una clase práctica y ahora, mucho más hecho, tendrá la oportunidad de demostrar el toreo que lleva dentro. Comenta que conoce bien a los animales que tendrán delante el sábado. "Conocemos las teclas y los matices que tienen" los novillos de la ganadería Santafé Martón, de Villafranca de Navarra.
Compagina el toreo con su trabajo en el campo, algo que le da "libertad" por si algún día se tiene que escapar para completar un compromiso. "Lo puedo recuperar al día siguiente. El año pasado acabé de estudiar, pero es cierto que fue complicado con el tema de las prácticas ya que salía a las 15:30h y a las 16h ya me subía a Huesca para entrenar. Iba siempre sin comer, pero cada esfuerzo tiene siempre su recompensa", analiza.
Asier Abadiano, oscense, tiene tan sólo 15 años y es el más joven de todos, pero tiene un desparpajo evidente. El próximo mes de abril soplará las 16 velas. "Estamos a menos de una semana y estamos ya pensando en la fecha más importante que he tenido nunca. Estoy con mucha ilusión y ganas de demostrar que tengo ganas de ser torero delante de mi afición", comenta.
Es la primera vez que hará el paseíllo en su ciudad natal dentro de una clase práctica. Lo hará con una ganadería que conoce bien y, aunque nunca ha toreado un animal de Santafé, sí ha visto muchas clases prácticas de su escuela. Al ser el más joven, su novillo, de diferentes hechuras, está ya apartado. "Lo he visto y me gusta. Tengo ganas de formarle un lío", dice convencido.
Ahora mismo está en cuarto de la ESO, "estudiando bastante, y la verdad es que me va bastante bien. Es cierto que el curso pasado fue un poco más complicado, pero lo supe sacar hacia adelante". Ya sabe que, en la Escuela Taurina, "si no estudias o trabajas, tampoco toreas. Nos exigen tener buenas notas. El mundo del toro es muy complicado y si llega un momento en el que no puedes seguir, tienen que tener algo".
Pero no se conforma con esto, sino que también tiene tiempo para ir al conservatorio, pues la música es otra de sus grandes pasiones. Ya está cursando quinto de profesional y, "aunque a veces me cuesta más", hace un esfuerzo por seguir adelante. Confiesa que su debilidad es la música flamenca, desde El Barrio hasta Camarón.
Ángel Alarcón tiene 20 años y muchas "ganas y responsabilidad" sobre sus hombros. Va a ser su primera vez en Huesca, pero llega con la tranquilidad de haber "entrenado mucho, tanto con la capote y la muleta, pero también con el carro y las becerras en el campo". Aunque no ha visto mucho a la ganadería, los animales le gustan, "algunos muchos. He visto novillos que embestían muy bien".
Su objetivo es que "me conozcan un poco" y, sobre todo, "sorprender a la afición". Piensa las 24 horas del día en el toreo, pues ayuda a su padre en las labores del campo, también con ganado bravo. Por las mañanas trabaja y, por las tardes, entrena.
Brian Bautista (20 años) es el cuarto en discordia. De Huesca de toda la vida, su amor por la tauromaquia se lo debe a su hermano mayor Jesús y a su padre. "Tengo una ilusión que no me la creo ni yo, pero a la vez con nervios que me impiden dormir", asegura. Es la primera vez que hará el paseíllo en la capital altoaragonesa, pero su pasado en la Escuela se remonta a los siete años de edad.
"Me levanto a las cinco de la mañana, trabajo de reponedor en un supermercado. Después, cuando salgo, suelo quedar con Bruno Martínez. Almorzamos algo y vamos a entrenar a la Plaza durante cuatro o cinco horas al día", comenta. Este sábado, en las gradas de la Plaza de Toros de Huesca habrá mucha gente arropándole: "Los gitanicos tenemos eso, que la familia va donde sea. Arrastramos a muchas personas. Mi familia me dice que vaya siempre para adelante".
El trabajo de la ET Oscense
Sejas resalta por encima de todo la capacidad de esfuerzo de la Escuela Taurina Oscense, siempre liderada por Ricardo Aguín "El Molinero" y Pablo Ciprés, pues "somos muchos chavales para muchas cosas, pero lo distribuyen todo muy bien, siempre dependiendo de la persona porque cada uno tiene un nivel. Creo que lo hacen muy bien y nos inculcan muy bien el oficio".
Alarcón dice que "están siempre muy pendientes y hacen una gran labor, ya que lo hacen desinteresadamente. No sé si seré torero, pero nos están dando educación en la vida. Están siempre pendientes y estamos casi todos los días con ellos. A parte de lo taurino, desarrollamos otras cuestiones y aprendemos a afrontar la vida".
Abadiano no puede estar más que agradecido con "el trabajo" de ambas figuras, mientras recuerda que a finales de año les brindó un novillo por todo el esfuerzo, "ya que sin ellos nada de esto sería posible". Bautista cierra la conversación con una frase corta pero contundente: "La sintonía que hay con la Escuela es increíble".