Los Nabateros de Sobrarbe preparan uno de los descensos más especiales de su historia. El emblemático descenso por el río Cinca del próximo 17 de mayo coincidirá este año con el Encuentro Internacional Nabatero, que reunirá a delegaciones de 13 países. La cuenta atrás ya ha comenzado con los primeros trabajos en Laspuña y Aínsa.
El pasado sábado, los miembros de la asociación llevaron a cabo en Laspuña una de las labores más simbólicas del oficio: retorcer los berdugos, sogas de origen vegetal que unirán los troncos de las nabatas que pronto volverán a surcar el río Cinca. Una tarea ancestral que requiere técnica, dedicación y mantiene viva la esencia de esta antigua forma de transporte fluvial.
El domingo se realizaron trabajos de restauración en la nabata expuesta en el patio de armas del Castillo de Aínsa, dentro del proceso de puesta a punto de cara a los actos centrales del mes de mayo. En esta intervención ha nacido la colaboración entre el Ayuntamiento de Aínsa, Artecor Monegros -entidad ubicada en Alberuela de Tubo- y la propia Asociación de Nabateros de Sobrarbe, que han aunado esfuerzos para resaltar la tradición y el trabajo colectivo.
Artecor Monegros, que cuenta con grandes profesionales que combinan el saber artesanal con un enfoque inclusivo, ha sido el encargado de tallar en madera y colocar en la nabata el escudo y nombre de la asociación, con un guiño a las aguas cristalinas del Cinca. "Una auténtica obra de arte que ya forma parte del paisaje nabatero del castillo y del legado cultural de la comarca", destaca la Asociación de Nabateros.
El momento culminante será el próximo 17 de mayo, con el esperado Descenso por el río Cinca, entre Laspuña y Aínsa. Este año, el evento adquiere una dimensión especial al coincidir con el Encuentro Internacional Nabatero, que reunirá a delegaciones de 13 países. Tras el descenso, las comitivas desfilarán por las calles de Aínsa en un acto de hermanamiento.
“Estamos entusiasmados con la nueva edición del descenso de nabatas, que este año nos permitirá compartir la experiencia con nabateros de otros lugares del mundo, al mismo tiempo que acogemos la II Feria Nabatera de Sobrarbe, una oportunidad de oro para dar visibilidad y poner en valor a los artesanos y a los productores de nuestra comarca”, explica Dani Castillón, miembro de la asociación de Nabateros de Sobrarbe.
“Con cada acto, los nabateros no solo preservamos una tradición ancestral, sino que impulsamos el intercambio cultural, el trabajo conjunto y el reconocimiento internacional de Sobrarbe y de esta forma de vida tan ligada al río, la tierra y la memoria colectiva”, apunta Castillón y concluye que están preparados y esperando con ilusión uno de los descensos más especiales de su historia.