El Ministerio de Transportes va a llevar a cabo a lo largo de las próximas semanas los últimos trabajos para la mejora y ampliación del puente de la N-260a sobre el río Ara, “una gran noticia” para la alcaldesa, Carmen Muro, quien explica que “una vez concluyan las obras, tendremos una infraestructura más amplia y por tanto más segura para vehículos y peatones”.
Las necesidades, señala, “han cambiado mucho en los últimos años y, con ellas, también el tipo de vehículos que utilizamos tanto para nuestros desplazamientos como para el transporte de mercancías. Podrán pasar de forma simultánea y sin estrecheces dos caravanas o, por ejemplo, dos camiones, sin que eso suponga un peligro para los peatones, algo que ocurría hasta ahora”.
Las obras, que cuentan con una inversión próxima al millón de euros, se reanudan “con la seguridad de que continuarán sin más paréntesis hasta su finalización”, afima la alcaldesa. Carmen Muro recuerda que “la renovación de esta infraestructura era muy necesaria, el equipo municipal trabajó mucho para lograrlo hasta que se incluyó en los Presupuestos Generales del Estado, estuvimos mucho tiempo reclamándolo -ha añadido- hasta que lo logramos y, por fin, pronto el nuevo puente será una realidad”.
El actual fue construido en 1940, y “Broto ha cambiado mucho desde entonces, ni el dinamismo económico ni el movimiento turístico son los mismos. Era necesaria una actuación”, señala. Y es que, esta infraestructura tiene una calzada que supera ligeramente los 6 metros de ancho y un arcén a cada lado de poco más de 80 centímetros para los peatones “claramente insuficiente hoy en día”.
Las obras “mejorarán no sólo la comunicación entre los dos barrios del pueblo, separados por el puente, sino también la seguridad de los viandantes. Además de dignificar la principal vía de acceso al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido”. En cuanto concluyan los trabajos, la anchura total será de 12 metros, de los que 2,4 serán de acera a cada lado y el resto, cerca de 7 metros, la calzada del puente.