Usuarios del Complejo Deportivo Ruiseñor han expresado su malestar por una situación que se repite verano tras verano. No se trata de un problema puntual de este año, sino de una reivindicación que viene de atrás: quieren que cambien las condiciones de apertura y cierre de la piscina para adaptarlas a lo que consideran las "necesidades reales de la población".
Desde el miércoles pasado, han asegurado, no hay hojas de reclamaciones disponibles, lo que ha obligado a los vecinos a sacar copias por su cuenta para poder presentar quejas individuales, ya que no se permiten reclamaciones colectivas.
Los vecinos denuncian un trato desigual con respecto a la piscina de San Jorge, que permanece abierta hasta el 7 de septiembre, mientras Ruiseñor cierra antes, al igual que las de la Ciudad Deportiva, lo que limita los días de uso para los abonados.
Una de las vecinas que ha manifestado su queja, comenta que muchos de los usuarios son personas mayores, que utilizan la piscina no solo para bañarse sino también para ejercitarse y realizar rehabilitación "y no pueden desplazarse a otros barrios, y menos con estas temperaturas”.
Además, en las piscinas municipales de Zaragoza el horario es más amplio, hasta las 21:00, "mientras que en Huesca, a las 19:50 ya piden que todos los usuarios abandonen la instalación". Esta situación, ha añadido, resulta especialmente molesta en días de calor intenso y jornadas más largas de verano.
Estos usuarios reclaman un servicio más flexible, con fechas de apertura y cierre adaptadas a la climatología, horarios más amplios en días de mucho calor y, sobre todo, que no se cierre la piscina durante las fiestas de San Lorenzo, algo que consideran injusto e innecesario.
“Queremos un servicio que se adapte a las necesidades reales del verano. Pagamos como los demás, pero nos recortan días y horarios sin motivo”, lamentan los usuarios, recordando que llevan años solicitando estos cambios sin respuesta por parte de las autoridades municipales, independientemente del equipo de gobierno en el Ayuntamiento.