La patrulla de protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Paprona) de Huesca ha desarrollado el 12 de marzo una investigación de un individuo como supuesto autor de un delito leve contra la flora y fauna y otro igualmente leve contra los animales, enmarcada en la Operación AUCEPS, consistente en la localización de métodos prohibidos para el control de la población cinegética. El implicado había colocado en los lindes de un coto jaulas trampa artesanales, construidas con alambres y rejas provenientes de desechos de nevera.
En febrero la Paprona realizó gestiones de vigilancia en un espacio cinegético perteneciente a la localidad de Usón y localizó una jaula trampa artesanal que albergaba en su interior un reclamo para perdiz vivo, el cual fue devuelto a su medio natural. Procedieron los gentes a realizar una serie de apostaderos con el fin de localizar a la persona o personas que habían instalado dicha trampa.
Tras varias batidas por la zona, se localizó otra jaula trampa de similar funcionamiento y material que la encontrada anteriormente, albergando en su interior dos perdices muertas en el centro de la jaula, utilizándose en forma de reclamo. Igualmente se localizó una trampa industrial de las utilizadas para la captura de zorros y alimañas con cebo en su interior, ubicándose en una zona de especial protección, donde la especie cazada es una de las especies reflejadas en la protección de este espacio (solo se puede cazar en los periodos hábiles y modalidades autorizadas, determinadas por el Gobierno de Aragón).
Finalmente, gracias a la colaboración ciudadana y al vehículo localizado, se procedió el 12 de marzo a la investigación de un varón de 76 años, vecino de Huesca, como supuesto autor de un delito leve contra la flora y fauna y otro delito leve contra los animales. Asimismo, se procedió su propuesta por la comisión de cinco infracciones a la ley 1/2015 de Caza de Aragón, que se remitieron al departamento de Medio Ambiente de la D.G.A, a la espera de la consiguiente resolución judicial.