Vicente Jiménez en la eucaristía de San Vicente: "La fe se manifiesta en las obras de amor, de solidaridad y de caridad con el prójimo"

El administrador apostólico invita en una abarrotada Catedral a tomar el ejemplo del diácono y mártir para "anunciar, celebrar y testimoniar la fe con valentía y con alegría"

22 de Enero de 2024
Celebración de San Vicente en la Catedral de Huesca

La celebración de la festividad de San Vicente ha puesto sobre el pensamiento de una Catedral abarrotada de feligreses profundas consideraciones pronunciadas por el administrador apostólico, Vicente Jiménez, que ha defendido que hay que testimoniar la fe con "valentía y alegría", reforzar las comunidades cristianas y predicar con la práctica. ""La fe se manifiesta en las obras de amor, de solidaridad y de caridad con el prójimo". La eucaristía ha estado acompañada por la Coral de Santo Domingo dirigida por Laura Luque Rey, que ha interpretado el himno de San Vicente.

El administrador apostólico de Huesca, Vicente Jiménez, ha aludido al carácter popular de esta celebración en torno al copatrón de Huesca, San Vicente, con una eucaristía que ha cambiado su ubicación en la Asunción por la Catedral por motivos sanitarios (el rebrote de enfermedades contagiosas). Ha aludido al carácter de diácono y mártir de San Vicente. Está presente en Huesca, donde tiene su casa natal, en Zaragoza donde ejerció como diácono y en Valencia donde padeció los tormentos que culminaron el 22 de enero del año 304 por parte del prefecto Daciano en la persecución del emperador Diocleciano. Tres ciudades que marcaron su existencia terrenal, "pero su verdadera cuna fue la Santa Madre Iglesia".

Vicente es uno de los tres primeros diáconos "que confesaron la fe con su sangre", junto a Esteban de Jerusalén, Lorenzo "nuestro patrón en Roma" y el hoy festejado en Valencia. Esteban significa corona, Lorenzo, laurel, y Vicente, victoria. "Los tres forman el más insigne triunvirato eclesial y dos de ellos son oscenses". Ha mencionado alusiones como el del poeta Aurelio Prudencio que le dedicó el libro V del Peristephanon, "sobre las coronas"; San Paulino de Nola le evoca en el cántico 19 y San Agustín de Hipona le dedica varios sermones, al igual que otros escritores de la Edad Media. En su honor, se levantaron muchos templos. Se le representa en la iconografía con la dalmática roja, la palma del martirio y, a su alrededor, los distintos instrumentos del suplicio.

San Agustín, de hecho, sostiene que San Vicente "venció en todo: venció en las palabras, venció en los tormentos, venció en la confesión y venció en la tribulación... Venció al morir por la fe". El administrador apostólico se ha preguntado por el valor permanente en clave de actualidad: "Sin duda, el testimonio de la fe. Mártir es una palabra griega que significa testigo. Hoy el testimonio y los testigos son necesarios y urgentes". No en vano, nos encontramos en una época de la imagen que pide "signos de evangelio". "El hombre cree más a los testigos que a los maestros. Cree más en la experiencia que en la doctrina, en la vida y en los hechos que en las teorías. El testimonio de la vida cristiana es la primera e insustituible forma de la misión".

"La fe es un tesoro que debemos conservar y apreciar, que no podemos esconder, sino que debemos anunciar, celebrar y testimoniar con valentía y con alegría. Vivimos en una época de decaimiento religioso generalizado, de enfriamiento de la fe y de debilidad interna de nuestras comunidades cristianas", ha argüido vigorosamente. Y, en esta coyuntura, "urge despertar, fortalecer y transmitir la fe". "La vida cristiana es además de doctrina, experiencia y sólo a través de la experiencia vivida desde la infancia, en la familia, en la catequesis, en la parroquia y en la escuela podemos descubrir y vivir el gozo de creer", ha agregado el también arzobispo emérito. Y ha parafraseado al Papa Benedicto XVI en la Encíclica Deus Caritas Es, Dios es Amor, cuando manifestó que no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una persona que da nuevo horizonte a la vida. La doctrina se transmite por la enseñanza, el comportamiento moral se transmite con el ejemplo, la experiencia de la fe se transmite por la vía del testimonio vivo".

Ha seguido bajando la doctrina al terreno. "El testimonio evangélico ante el mundo es más accesible hoy, es el de la atención a las personas y la caridad para con los pobres y los pequeños, con los que sufren". Contrasta profundamente con el "egoísmo presente en el hombre" y hace surgir preguntas precisas que orientan hacia Dios y hacia el Evangelio, incluso el trabajar "por la paz tan necesitada hoy, por la justicia, por los derechos del hombre, por la promoción humana", que son "testimonio del Evangelio".

El administrador apostólico ha estimado que "el testimonio de la fe se manifiesta en las obras de amor, de solidaridad y de caridad con el prójimo. Fe y caridad en el cristiano se reclaman mutuamente, de modo que una sostiene a la otra", por lo que ha manifestado la importancia del valor testimonial: "Los pobres son la carne de Cristo". Por eso ha demandado que la celebración de San Vicente sea una ocasión para reencontrarnos con "las raíces históricas de nuestra fe y un impulso para dar testimonio de nuestra fe con palabras y obras hoy". Y ha apostado por el fortalecimiento de la Diócesis de Huesca y sus comunidades, "para que todos sus miembros participemos en un trabajo fecundo, para crecer como iglesia sinodal en misión como quiere el papa Francisco, que irradia la comunión, promueve la participación y nos impulsa a la evangelización".

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