Cáritas y Ayuntamiento de Fraga inician la atención a los temporeros usando el albergue municipal

Los alojamientos donados por la Fundación Reina Sofía no están adecuados al faltarles el Código Técnico y la ONG y el consistorio han habilitado fórmulas para garantizar la acogida

DH
09 de Mayo de 2023
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El alcalde, Santiago Burgos, con responsables de Cáritas Barbastro Monzón
El alcalde, Santiago Burgos, con responsables de Cáritas Barbastro Monzón

Con la inquietud por la sequía y las restricciones de agua, han empezado a llegar trabajadores agrarios a la comarca del Bajo Cinca-Baix Cinca, pero las restricciones de agua anunciadas para regar los campos de la zona, así como el cierre de canales como el d’Urgell, hacen prever una campaña incierta en todo el sector que, por supuesto, también afectará a los trabajadores estacionales del campo.

Los alojamientos donados por la Fundación Reina Sofía no estarán adecuados a tiempo para esta campaña, ya que no cumplían con el código técnico de edificación. La licitación para adecuarlos que publicó el Ayuntamiento de Fraga quedó desierta en noviembre y no pudo iniciarse la obra de remodelación. Ahora se trabaja para publicar el nuevo pliego y que las viviendas puedan ser utilizadas según normativa. La crisis de materiales y el aumento de precios en la construcción ha afectado gravemente a todo el sector público  y estas viviendas han sido parte afectada de esta situación.

Explica el ayuntamiento fragatino que se está revisando y actualizando la licitación de la obra de remodelación de las viviendas y posiblemente saldrá en junio o julio, teniendo en cuenta los plazos y tiempos de las administraciones públicas.

Santiago Burgos, alcalde de la ciudad, agradece la donación de las viviendas por la Fundación Reina Sofía y a Cáritas Diocesana. “Permitió a Cáritas dar a conocer el proyecto a entidades sociales y empresarios de la zona, que han decidido sumarse a la iniciativa y colaborar con esta obra”. Cuando se ejecute la obra, Fraga tendrá una viviendas totalmente habitables y adaptadas como cualquier domicilio, con todos los servicios, un equipamiento que servirá y dará servicios durante muchos años.

El 4 de mayo, el primer edil se reunió con la dirección de Caritas Diocesana de Barbastro-Monzón para buscar medidas conjuntas. Santiago Burgos puso a disposición de la entidad social el albergue municipal de la calle Escaleretas para desarrollar el proyecto de esta campaña. “Por suerte esta legislatura hemos trabajado muy duro para ampliar y mejorar los equipamientos municipales. El albergue es un recurso pensado inicialmente para ocio, pero lógicamente, las necesidades sociales son lo primero”.

Cáritas Diocesana pondrá en marcha el proyecto con recursos propios para que funcione lo antes posible. "Ya hemos detectado necesidad por la notable llegada de migrantes. En principio, el 31 de agosto finalizará el proyecto de este año, aunque realmente dependerá de cómo se desarrolle la campaña agrícola. Falta saber si los agricultores podrán regar y si necesitarán trabajadores hasta el final de la recogida de fruta. Hemos de adaptarnos día a día y estar preparados para lo que venga”, ha declarado Amparo Tierz, directora de Caritas Diocesana de Barbastro Monzón.

EL ALBERGUE MUNICIPAL

Como solución a esta necesidad, el albergue público será cedido a Cáritas hasta el final de la campaña y será el punto de atención para ofrecer ropa, comida, zona de ducha e higiene además de apoyo y asesoramiento laboral. Dispone de zona común, duchas, neveras y zona de microondas, entre otros servicios. La directora de Cáritas Diocesana ha agradecido el apoyo del alcalde de la ciudad y la disposición del albergue.

Por su parte, Santiago Burgos ha lamentado que la licitación quedara desierta, lo que ha retrasado el uso de las viviendas. “Por suerte, como ya he dicho, este Ayuntamiento ha trabajado bien estos cuatro años. Tenemos alternativas e infraestructuras nuevas. Vamos a ceder el albergue a Cáritas para que ellas evalúen las necesidades y usos necesarios”.

Además, el munícipe fragatino ha recordado que “este Ayuntamiento nunca ha dado la espalda a los problemas ni a las situaciones comprometidas”. En plena pandemia se habilitaron dos pabellones, uno para aislamiento de positivos en coronavirus y otro para alojar a temporeros que no tenían domicilio. Fue financiado con recursos propios y con el apoyo de las entidades sociales de la ciudad. Las viviendas de Clara Campoamor serán una infraestructura fija que servirá para aliviar las necesidades de los trabajadores del campo y que será utilizada durante muchos años. “Fraga lleva más de 30 años con un problema difícil de resolver, pero por fin, trabajando entre todos, se están dando los pasos en el camino correcto”, ha finalizado Burgos.

 

           

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