La Plataforma Huesca Es Ganadería y Agricultura (HEGA) se ha reunido en Huesca este pasado lunes al más puro estilo de la sociedad civil, con comunicación por wasap y escogiendo como escenario la escalinata del exterior del Palacio de Congresos de Huesca en cuyo entorno, haciendo un medio círculo, se han congregado decenas de agricultores y ganaderos para conocer este movimiento recién creado bajo el impulso de La Litera y que a estas alturas ya congrega a miles de personas de todas las comarcas a excepción de Jacetania, Sobrarbe y Ribagorza.
Eduardo Castillo, radicado en Binéfar y que formó parte del núcleo original a principios de mes, ha expuesto los planteamientos, reivindicaciones y estrategias que van a seguir las movilizaciones. "Nacemos con el germen de presionar a los políticos y a las organizaciones agrarias. Denunciamos su pasividad ante una situación dramática de la agricultura, en la que nos sentimos abandonados. La verdad es que nos hemos visto superados porque los acontecimientos van más rápidos de lo que a veces podemos asimilar. Es complicado gestionar esto porque nosotros no tenemos estructuras, estamos poniendo dinero de nuestro bolsillo, kilómetros de combustible, teléfono, horas y hasta euros para pagar las octavillas y las pancartas".
Está convencido este agricultor vocacional de que "el 99,99 % de los agricultores y ganaderos están de acuerdo con nuestras exigencias. No podemos aceptar cómo se negocia y cómo los sindicatos que debieran representarnos se pliegan a las pretensiones de los lobbys, a las manipulaciones y a los caprichos de la política exterior. España sigue siendo agrícola y ganadera, pero la situación nos esta asustando porque no hay trabajo. ¿Qué agroindustria va a haber si el sector primario no existe?" Abunda en que las organizaciones agrarias han acumulado 8 millones más de euros de financiación institucional en los últimos tres años, hasta sumar 18.
La Plataforma HEGA, que rechaza cualquier vínculo con activistas que han sembrado el movimiento 6F de polémica como Lola Guzmán, defiende que es "exclusivamente agrícola y ganadera, profesional. No podemos soportar una burocracia absurda, o que nos legislen cuatro matados que no tienen ni idea de lo que es la agricultura, que están sometiendo la agricultura de toda España para que nuestro país esté en cabeza de la Agenda 2030 que se nos está imponiendo. Es una cuestión de conciencia, tenemos que hacer algo".
En una definición fruto de la reflexividad, Eduardo Castillo explica la realidad de HEGA: "Somos el desorden organizado frente a una mentira organizada". En Huesca, la reunión del lunes se ha prolongado durante dos horas. "Nos inquieta la situación de la agricultura, no hay un relevo generacional. Y hay una evidencia: a un médico igual lo necesitas veinte días en tu vida, pero nosotros somos la alimentación y somos necesarios para cualquier ciudadano tres veces al día. Y, sin embargo, somos el hermano pobre de la industria".
Paradójicamente, en esta coyuntura delicada, "el volumen de nuestras inversiones es muy grande. Toda la maquinaria vale una millonada, los tractores, los regadíos... Y alguien puede pensar que, como hace cien años, vamos con la boina enroscada, pero en el campo hay gente muy preparada. Pero nuestras organizaciones, que tienen recursos y muchos de ellos públicos, no han sido capaces de cambiar la imagen, no han realizado un buen marketing, no sabemos vender la importancia de la agricultura y de los alimentos sanos y saludables".
LA EXPANSIÓN
Eduardo Castillo expone el planteamiento de HEGA y la diversidad de pensamientos que concurre en la idea central de mantenerse al margen de los sindicatos y los políticos. "Lo fundamental es que vamos a seguir a muerte, no vamos a parar. Estamos trabajando para crear una plataforma a nivel nacional. Con Zaragoza y con Teruel ya se establecen contactos. Nuestra fortaleza es que todos tenemos el mismo discurso porque defendemos nuestra voluntad y nuestro amor por la agricultura. Lo mío, sin ir más lejos, es vocacional y pasional. Me convertí en agricultor y sigo enamorado de este trabajo". Y, sin embargo, "hoy es una pesadilla".
Agradecidos a la población por su comprensión, los representantes de HEGA recuerdan el brote de protestas. "Hay un movimiento a nivel internacional y, sin embargo, aquí nos enfadaba la pasividad de las organizaciones. A través de las redes sociales, nos concentramos al lado de una rotonda y allí se fraguaron las movilizaciones. Acudimos a Huesca a pesar de que sufrimos una auténtica persecución, tuvimos que sortear la vigilancia de la Guardia Civil por caminos y campos. Nos manifestamos ante la Diputación Provincial, donde nos recibió el presidente y le entregamos una carta para el ministro con nuestras reivindicaciones. El subdelegado del Gobierno no quiso recibirnos y registramos una queja". Más de 250 tractores llegaron desde la parte oriental, y a ellos se sumaban vehículos como furgonetas o pick-up. "Por lo que nos decía la Policía, estábamos mil personas en la Plaza de Cervantes".
Le parece un pequeño milagro todo lo que han podido organizar, a ritmo de vértigo. "Estamos llevando a todos los políticos de nuestros ayuntamientos nuestras reivindicaciones, para que las trasladen, porque cada PAC representa un retroceso para nosotros, una auténtica cuchillada para el sector que nos dificulta poder vivir del campo".
Eduardo, que se siente respaldado por los asistentes a la reunión de Huesca o los cientos de reunidos en Binéfar llegados desde el Bajo Cinca, el Cinca Medio y hasta Monegros, insiste en el "descontento con las organizaciones tradicionales, que no han sabido gestionar este descontento". Están expectantes ante la capacidad de convocatoria del día 22 por parte de estas asociaciones, pero ya adelantan que la Plataforma HEGA sigue su camino propio y no se detendrá hasta revertir una realidad imposible para ejercer la agricultura y la ganadería.