El Obrador de Álex es el sueño convertido en realidad de la joven Álex Guzmán, 28 años de dulce madurez y esponjosas ilusiones, una panadería que emana de una historia de amor con un oscense que le ha trasladado de la tierra del cava (San Sadurní de Noya) a esta ciudad de interior que el padre de la emprendedora, Arseni, califica de "agradable, verde y mucho menos fría de lo que pensaba". En este pequeño negocio en la Avenida de Monegros que ha abierto sus puertas este sábado 4 de mayo, se concentran ambos y quien será el panadero, César, tío de Álex, en medio de un ambiente sereno de trabajo en el que tan sólo afloran los nervios contenidos de la protagonista de esta historia de arraigo en Huesca.
El estreno ha sido pletórico, han tenido que trabajar sin parar el horno para suministrar la tienda cuyo aspecto era colosal: pasteles elaborados por Álex, panes de todo tipo (gran éxito de los de bola, de los rústicos, de los de cereales y del de cristal), cruasanes, palmeras, galletas policromáticas... Caras de satisfacción y una detrás del mostrador, la de Álex, tan concentrada como feliz. Hosteleros como Mariola Oriol (de El Punto), el presidente de Ceoe-Cepyme Huesca, muchos asistentes de Robres (de donde es natural el compañero de la emprendedora) y público sin parar de cruzar el umbral de la puerta corredera. Degustación de pizzas de atún y jamón y queso, y mucho brindis.
Álex, colombinada de nacimiento, llegó a Cataluña cuando era una niña. Su madre se casó con Arseni, el propietario de tres panaderías cuya denominación es Ca l'Arseni, donde la sabiduría en la elaboración artesanal del más rico y básico de los alimentos aloja sus raíces en 1951. Allí aprendió Álex del oficio de pastelera de su madre y de panadera de su padre, que este viernes irradia entusiasmo y convicción de que las puertas que van a abrir este 4 de mayo serán traspasadas por muchos clientes porque en su oferta hay mucho de autenticidad y de salud.
Álex se expresa con espontaneidad y contención, educación exquisita y afabilidad, para explicar su historia. "Vine a Huesca de la mano de un oscense. Y me planteé, teniendo en cuenta que es lo que he hecho toda mi vida: ¿por qué no monto ningún obrador? Se lo propuse a mi pareja y desde el segundo uno me apoyó: "Lo que quieras, adelante, te voy a apoyar en todo" Lo comenté con mi familia, todos estuvieron de acuerdo y ahí nació la historia de El Obrador de Álex".
De la escuela que ha sido Ca l'Arseni, con su madre en repostería y su padre en panadería dentro de una importante empresa del sector, va a importar a Huesca ese "pan que hacen súper especial, lleno de cariño, le ponen mucho cariño. Yo lo veo súper romántico. Y aparte está buenísimo de sabor su pan". La experiencia, el producto y el aroma de Ca l'Arseni estarán en la Avenida de Monegros. Será en formato de pan integral, rústicos, molidos a la piedra, pan de cristal, de coca, con harinas francesas... "Intentaré trabajar siempre con productos de aquí". En repostería, cruasanes de mantequilla y de chocolate, además de las galletas o "cookies", o pasteles. Todo el pan será en masa madre, sin levaduras químicas, con lo que "el sabor del pan cambia muchísimo".
Ver trabajar a Arseni y César es un verdadero primor. En el obrador, mientras la amasadora automática prepara a su ritmo el producto, Arseni efectúa una verdadera demostración de pericia a la hora de conformar las masas que se convertirán en panes para llevar a fermentación a 24 grados, un proceso largo en tiempo que desembocará en el horno de piedra (ahí ya 200º de temperatura). Todo maquinaria de última generación tecnológica pero con un resultado muy artesanal.
Una peculiaridad dentro del carácter saludable del pan, y es que Álex, en su librillo de maestra panadera y repostera, incluye aconsejar bien a los clientes. Toma un pan redondo y dice que lo usaría "para hacer barbacoa. En cada tipo de pan que tengo, veo la comida con la que lo disfrutaría. A los antiguos clientes de San Sadurní les decía que lo podían abrri por la mitad, le puedes echar jamoncito, quesito por medio, lo metes al horno y te queda un pan tipo pizza perfecto. Son recomendaciones que aquí os las daremos".
La tienda está bonita, impoluta, con decoración minimalista pero con detalle. Pretende ofrecer sus productos a la hostelería, comenzando por los establecimientos de alrededor. "Siempre pueden gastar barras, redondos, pan de hamburguesas...". Parte un cruasán, el aspecto es formidable, alimenta solo con la vista.
Otro ingrediente básico: "Tengo mucha ilusión, muchísimas ganas, le he puesto mucho amor al proyecto porque, desde que empezó la idea hasta que comenzaron las obras, todo estuvo impregnado de mucha ilusión de empezar a dar el fruto de mis conocimientos a la gente de Huesca".
Durante la mañana, Arseni y César se dedican a preparar pan de cristal, otras modalidades de panes, cruasanes y palmeras. Hacia el mediodía, el mostrador tiene ya un aspecto prometedor y el aroma a hogar ya embriaga los sentidos. Sin perder la sonrisa en todo el proceso, ahora se ha abierto más y denota una franca satisfacción. Arseni, que es un ferviente partidario del consumo de harinas propias del territorio, en este caso de Huesca (le da una gran trascendencia al producto), "proximidad, kilómetro cero. Con ellas hemos hecho el pan de cristal, muy hidratado, muy blando, pensado para acabar de tostar en casa, ponerle un poco de aceite, sal, el jamón y a disfrutar. También hemos hecho los cruasanes, las palmeras caramelizadas, las barras con pan de masa madre, barrita rústica con harina de trigo y centeno. Fermentación larga para disfrutar comiendo pan de verdad. Y el pan redondo, con masa madre de centeno y la harina de Huesca. Están hechos de ayer hasta que fermentaron y los hemos cocido hoy".
Preparados, listos, ya, esta mañana de sábado abre un nuevo negocio en Huesca. Seduce con el aroma, promete autenticidad y respeto. Pan de siempre para comprometer a los amantes de la buena alimentación.