El Somontano ha concluido la vendimia que ha reportado para sus 30 bodegas 17,2 millones de kilos de uva, que se encuentra en la media de las cosechas de la denominación, coin un rendimiento medio de 4.842 kilos por hectárea. Las previsiones del Consejo Regulador se han cumplido. Son 17.279.335 kilos de uva los recogidos desde que el pasado 3 de agosto comenzaba la vendimia a los pies de los Pirineos de Huesca hasta la mañana de ayer.
La recogida de uva de las últimas parcelas ha sido de garnacha tinta. La cabernet sauvignon lidera el ránking de las tintas de la vendimia con un total de 3.757.578 kilos, el 21,75% del total. Las siete variedades tintas suman el 61%. Siguen merlot (2.841.455 kilos, 16,44%), tempranillo (1.448.185; 8,38%); garnacha tinta (1.145.011 kg.; 6,63%), syrah (1.100.314, 6,37%), moristel (138.311, 0,80%), pinot noir (114.800, 0,66%) y parraleta (49.880; 0,29%).
Las variedades blancas aglutinan el 39% restante del total. La chardonnay es la primera no sólo de este tipo de uvas sino del general de la vendimia con 4.054.876 kilos, dato que supera la cantidad recogida de esta variedad el año pasado cuando Somontano registró la vendimia más cuantiosa de la última década y la tercera de su historia. También la gewürztraminer ha superado la de 2021 con 1.537.766 kilos de uva recogidos este verano. Ambas uvas blancas representan, respectivamente, el 23,47% y el 8,90% de la vendimia. Tras ellas, sauvignon blanc (442.860 kg.; 2,56%), macabeo (255.808 kg.; 1,48%), riesling (224.000 kilos, 1,30%), garnacha blanca (161.920 kg.; 0,94%) y alcañón (6.571 kg., 0,04%).
La vendimia comenzó tras un año agronómico atípico con un invierno sin precipitaciones. Las primeras lluvias llegaron en marzo propiciaron una excelente brotación del viñedo. La primavera transcurrió con normalidad y con un magnífico cuajado hasta finales de mayo, en que llegó la primera ola de calor. Las altas temperaturas ya no han cesado. Y no ha llovido significativamente desde abril. El viñedo de secano, sobre todo, el de tierras más pobres, se ha encontrado en una situación de estrés hídrico por el que las viñas han dado menos fruto y racimos con granos más pequeños pero en perfecto estado sanitario y de maduración lo que se traduce en menos producción menor cantidad pero manteniendo una muy buena calidad. Es esa calidad el único consuelo para los viticultores que solo tienen este tipo de cultivo por haver visto mermada la producción de sus viñas a causa de esa sequía y calor.
Afortunadamente, la diversidad de suelos de Somontano, con zonas más frescas, viñedos en zonas altas y un 45% del viñedo en regadío ha compensado la pérdida de producción del secano y permitido que la cosecha concluya con las cifras de lo que sería una vendimia media en la denominación, con un total de diecisiete millones doscientos setenta y nueve mil trescientos treinta y cinco kilos de uva.La vendimia concluirá con entre diecisiete millones y diecisiete millones y medio de kilos de uva lo que supone una cosecha media de Somontano y permitirá atender a todos sus mercados.
El rendimiento medio por hectárea ha sido de 4.842 kilos gracias a la compensación del regadío respecto al secano que ha sufrido una merma importante en su producción a causa del calor y la ausencia de precipitaciones.
En cuanto a calidad, el excelente estado sanitario de la uva y su recogida en el óptimo grado de maduración permite vaticinar una gran añada.