Más de 250 agricultores y ganaderos de la Jacetania y Alto Gállego se han movilizado por las calles de Jaca este martes, dentro de las tractoradas que se están realizando en la provincia en las últimas jornadas. Como explican, se han organizado “de forma espontánea y apartidista” para salir a las calles y poner de manifiesto “las dificultades que enfrenta su sector” y visibilizar sus reclamaciones comunes.
“No somos radicales ni nos abandera ningún partido político ni sindicato. Sólo somos agricultores y ganaderos que no queremos que el mundo rural se muera y deseamos que nuestra pasión siga siendo nuestro oficio”, explican en el manifiesto que ha preparado para su lectura tras el recorrido reivindicativo desde las 12 a las 14 horas por las calles de Jaca.
Los agricultores de Jacetania y Alto Gállego critican las “trabas” que encuentran en el desarrollo de su profesión en este territorio, “que prioriza el motor económico del turismo dejando de lado al sector primario”.
Reclaman mejoras en la relación con la administración, una PAC justa y flexible que tenga en cuenta la realidad de la agricultura y ganadería de montaña, así como un precio justo en origen por sus productos y una regularización del precio de los insumos, entre otras propuestas.
"Algunos dicen que “vivimos de la PAC” cuando, en el fondo, la ayuda que percibimos es tan solo una compensación a los bajos precios en origen que recibimos por nuestros productos, al alto coste de los insumos y una garantía para afrontar años de malas cosechas. Además de que, en muchos casos, los que la cobran no somos precisamente los que cultivamos la tierra", señalan.
"Otros dicen que “contaminamos el medio ambiente” cuando lo que hacemos es emplear los recursos y tecnologías que tenemos a nuestra disposición de una forma racional y eficiente porque de ello dependen nuestras cosechas y nuestra economía", agregan.
También contestan a los que les critican por usar maquinaria que cuesta miles de euros. "No dejan de ser nuestras herramientas de trabajo, necesarias para el manejo de las explotaciones; maquinaria que supone un gran esfuerzo económico a veces difícil de rentabilizar", señalan.
"Desde la administración nos tratan casi como a “delincuentes”. Nos acribillan a inspecciones, notificaciones, nos ponen trabas a proyectos, nos dicen qué debemos hacer y qué no creando un clima de desconfianza siendo que, por norma general, nadie mejor que el propio agricultor o ganadero sabe lo que es mejor para su explotación gracias a su experiencia del día a día y a que la rentabilidad de su empresa depende de su buen hacer", ponen de manifiesto.