Los tractores han vuelto a inundar las carreteras de la provincia con las reivindicaciones de agricultores y ganaderos que han provocado retenciones en buena parte de las comarcas oscenses, desde la Ribagorza y la Jacetania o el Alto Gállego hasta el Somontano, Monegros y La Hoya, con un mensaje claro a las instituciones: que no se van a detener hasta que sean atendidas sus reclamaciones.
El campo ha recibido la solidaridad y el respaldo durante las últimas horas en los carnavales de las distintas poblaciones altoaragonesas, desde Huesca hasta Barbastro o Binéfar. Ha sonado "El tractor amarillo" y también el "Resistiré", y desde los niños hasta los mayores han expresado su apoyo. Sin ir más lejos, en San Juan de Flumen los pequeños han sacado sus tractores de juguetes que han precedido a los grandes, convirtiendo las carnestoltes en tractorada.
El parte del Gobierno de Aragón sobre las incidencias carreteras ha ido creciendo conforme pasaba el día. Cortes intermitentes en el término de Ontinar del Salz, corte total en Lanaja, en Barbastro, en Siétamo, en Roda de Isábena, en Castejón de Sos y en Benabarre en ambos sentidos.
Como explica la Delegación del Gobierno en Aragón, a las 14:45 ya estaban preparados tractores en la N-240, Siétamo-rotonda de acceso a la A-22 ida y vueltea. A las 14:55, de Lanaja hacia Alcubierre. A las 15:30, de Barbastro a El Grado y vuelta posterior. A las 15:45, de Estadilla hacia El Grado y Graus. A las 15:50, en la N-260 de Castejón de Sos a Campo y a las 17:22 de Campo a Graus. A las 16:45 ha comenzado una marcha en la N-230 de Benabarre hacia Castillonroy. A las 16:48, marcha lenta desde Sabiñánigo hacia Lanave por al N-330. A las 18:25, marcha lenta por Hostal de Ipiés. Y a las 17:15 concentración en Puente La Reina de Jaca.
Después de la tregua del sábado, continúan las movilizaciones y los convocantes anuncian que proseguirán hasta que reciban unas respuestas y unas medidas satisfactorias para sus reivindicaciones: no producir a pérdidas, los elevados costes, la enorme burocracia, las facilidades para la importación de países sin garantías ni trazabilidad, la fiscalidad, el rechazo al Pacto Verde Europeo y la Agenda 2030, y las prácticamente una treintena de exigencias.