El Archivo Histórico Provincial de Huesca ha recibido este jueves notables visitas. En el plano político, su director, Juan José Generelo, ha recibido tanto al director General de Cultura, Pedro Olloqui, como al jefe de Servicio de Archivos, Bibliotecas y Museos, Fernando Sarriá, quien fue anteriormente director del Museo de Huesca.
En una breve rueda de prensa previa, el director general agradeció su labor y esfuerzo al personal que trabaja en este archivo oscense, sabedor de las vicisitudes y la escasez de medios por las que estaban pasando estas instituciones. Finalizó su intervención reivindicando el acceso en condiciones al Archivo de la Corona de Aragón, una asignatura pendiente.
Juan José Generelo, quien ejercería de presentador de los oradoresa lo largo de la jornada vespertina, intervino en la rueda de prensa para agradecer la nutrida asistencia, relatar algunos de los trabajos efectuados en la institución que dirige y mencionar algún reto previsto.
Agustín Ubieto Arteta, que impartió la charla Investigar antes de la era digital: mis recuerdos de SiJena, fue el primer orador de la tarde. Comenzó quejándose de la edad media del auditorio y se remontó a su infancia y a la influencia que su hermano, dieciséis años mayor que él, ejerció en su formación.
El relato de Ubieto fue un compendio de anécdotas que, no por ser cómicas en más de un sentido, ocultaban una crítica ácida acerca de diferentes estamentos, tanto religiosos como políticos y académicos, que constituían el cáncer del erial cultural que era el primer Aragón que recordaba. De afrentas soportadas, de venganzas varias y de su discurrir en la carrera académica hasta la consecución de la cátedra versó en los siguientes minutos.
Habló también de los Institutos de Estudios que contribuyó a crear y de las jornadas (22) realizadas. Mencionó los libros editados como la consecuencia de la efervescencia cultural que fue desenvolviéndose entre los años 60 y 90 del siglo pasado. No olvidó relatar alguna experiencia con la censura, así como varias de las reacciones airadas que tuvo y lo llevaron a ser un campeón de las dimisiones.
Finalizó su aplaudida intervención, pidiendo una gracia: que alguna institución reciba su biblioteca.
Llegado su momento, el doctorando Alejandro Ríos Conejero inició su intervención acerca de la vida cotidiana de las Señoras de Sijena a través de sus documentos.
Comenzó hablando de la permeabilidad entre fuera y dentro del monasterio y las consecuencias derivadas de ellas. Estructuró las habitantes del monasterio en dueñas, escolanas (niñas muy pequeñas cuyo cuidado y educación eran confiadas a las dueñas) y servidoras (no nobles, dedicadas a los trabajos domésticos). Mencionó también a las fámulas, esclavas y no necesariamente cristianas encargadas de los trabajos más arduos.
Posteriormente, diseccionó la cotidianeidad del día, entre rezos, cánticos (algunos en silencio) y asuetos. Incluso los periodos de aseo estaban delimitados. El régimen sancionador era extenso: desde represión de peleas entre ellas, a amistades no honestas, bienes de cuya existencia la priora no supiese nada y otras faltas. Los correctivos podían ser aislamiento, azotes, expulsión... Se tenía una cierta flexibilidad con las niñas más pequeñas.
También el pelo y su longitud, así como las ropas a usar y los colores permitidos ocuparon buena parte de la intervención de Alejandro. Relató, luego, algunos pasajes (escandalosos, los más) de la historia sigenense. El alejamiento de la Regla constituyó el punto final de la intervención de Alejandro Ríos.
La doctora Cristina García García ilustró al auditorio acerca de "El portal Sijena - Virtual dentro de DARA". Inició su exposición relatando la relevancia del monasterio y la importancia de recuperar su documentación, digitalizarla y ponerla a disposición, vía internet, del personal investigador. Todo ello acompañado, como es de necesidad, de un buscador especializado que permita navegar entre mares de documentos.
Asistida por una conexión a internet, Cristina guió a los asistentes por los diferentes apartados que son recogidos. Historia del monasterio, de las prioras, los cronistas de Sigena, su papel como monasterio ligado a la corona o su función como archivo real tienen su lugar destacado en el portal.
De peripecias judiciales de las religiosas, de trabajos de restauración del edificio, liturgia e, incluso, de la correspondencia personal que mantenían las Señoras de Sijena, puede informarse el internauta con tan sólo acceder al portal de Sigena Virtual. Todo ello salpicado por abundantes fotografías.