Alboroque Teatro demostró este sábado "sus tablas" con una valiente y vibrante representación de Malditas sean Coronada y sus hijas, una de las obras más audaces y singulares de Francisco Nieva, dirigida por Javier García “Javito”. La función, que tuvo lugar con el teatro prácticamente lleno, fue recibida con entusiasmo por el público, que premió al grupo con una ovación final.
La obra, una mezcla explosiva de Teatro Furioso y Teatro de Farsa y Calamidad, supuso un desafío interpretativo y escenográfico que el grupo superó con nota. En escena, un visitante llamado Silverio se ve arrastrado por su propia presunción a un universo ajeno, grotesco y alucinado, donde termina siendo anulado por completo. Un texto tan exuberante como complejo, en palabras del propio autor: “El teatro es vida alucinada e intensa. Es medicina secreta, hechicería, alquimia del espíritu, jubiloso furor sin tregua".

El reparto estuvo formado por Vicen Mateo, Ruth Vázquez, Marisa Torralba, Marifé Fernández, Pili Meler, Luz Mairal, Anika Burrel, Berta López, Alma Mayoral, Mª José Gascón y Josan Gimeno, quienes ofrecieron un trabajo maduro, entregado y lleno de matices. El grupo cuenta tanto con integrantes que llevan casi dos décadas en el escenario como con nuevos debutantes, lo que dio lugar a una mezcla intergeneracional enriquecedora, como observa su director.
Javier García explic que la elección de esta obra respondía al deseo de enfrentarse a un reto a la altura de un grupo con tanta trayectoria. “Alboroque es uno de los grupos más veteranos de los talleres y el próximo año celebra su 20º aniversario. Queríamos una obra que exigiera al máximo tanto a nivel de interpretación como de producción. Ha sido un año de mucho trabajo, pero el resultado ha merecido la pena".
Con un cuidado diseño de vestuario, escenografía y un ritmo frenético, el montaje conquistó al público y demostró el alto nivel artístico que puede alcanzar el teatro amateur cuando se trabaja con seriedad y pasión.