Después de que una tromba de agua obligara a suspenderla el pasado 15 de julio, la leyenda de Rodrigo y Marica se pudo escenificar el pasado sábado 19 de agosto en Graus. Una Plaza Mayor abarrotada de gente deseosa de ver una representación teatral que se ha tenido que ir aplazando en el tiempo. Primero fue la pandemia la que obligó a interrumpir su hoja de ruta y después fue la lluvia que cayó en apenas 15 minutos el pasado 15 de julio, fecha prevista inicialmente.
Esta vez todo salió a pedir de boca, pues el tiempo respetó aunque el intenso calor tampoco se quiso perder la cita. El Ayuntamiento de Graus aprovisionó la Plaza Mayor con 680 sillas que fueron todas ocupadas. Hubo quien tuvo que seguir la obra -que duró aproximadamente dos horas- de pie, en los bancos o en las terrazas de los bares más cercanos. Por todo ello, la organización llevada a cabo por Grupo Medieval Graus estima que la asistencia de público estuvo entre las 900 y 1.000 personas, todo un "éxito" en esta primera vez.
En total han participado unas 40 personas y la gran mayoría de los actores son meros aficionados alejados del mundo profesional del teatro. Muchas han sido las horas de ensayo que finalmente han resultado muy provechosas, sobre todo por la satisfacción de la organización y del público asistente.
Esta representación, cuyo promotor es Valentín Trell a través del relato escrito por Miguel Clavería Rodrigo ama a Marica, una leyenda grausina, no pretende ser flor de un día, pues la organización está decidida a darle continuidad en el tiempo e implantar así una fecha fija para próximos años. En la obra también han colaborado José María Clavería (director de escenarios), Sergi Llena (parte musical), Pedro Ríos (parte actoral), Fina Buisán y Rosé Bonet (vestuario).