Frente al aforismo de los nacimientos con un pan bajo el brazo, Jorge Pascual Sesé dota a sus hijos con un libro. No llegó en el caso de la primogénita la idea, pero sí con Inés, la segunda, y el cuento Las emocionantes vacaciones de Luna y Estrella en la Playa, concebida para el público infantil y un breve ensayo sobre los sentidos de la existencia desde el alumbramiento en una parte final sesuda.
Como hace cuatro años,Jorge Pascual ha presentado un 29 de febrero su segundo libro, Aprendiendo a Vivir, esta vez en la librería experiencial de Santos Ochoa en la calle San Lorenzo. En el regazo del autor, la pequeña Inés pronunciaba orgullosa los nombres de la protagonista de la ópera prima de su papá, que remiembra que han transcurrido desde entonces 1.460 días. "Parece que la vida ha pasado en una volada, en un abrir y cerrar de ojos, y eso nos pasa mucho en la cabeza, que parece que pasa sin enterarte. Pero si empiezas a pensar en los momentos de esos cuatro años, te das cuenta de que has vivido una eternidad en cuatro años. Cuando presentamos el primer libro, ni habíamos pasado la pandemia, no sabíamos lo que eran las mascarillas, Julio no había inventado sus máscaras de protección que regaló por toda España".
Este 29 de febrero, "un día que nos regaló un matemático en 1582 porque se le ocurrió que era mucho mejor para el calendario esos 11 minutos de decalaje que lleva el sol hacer un día más que ir arrastrándolo", presenta un nuevo libro, dedicado a Julia, un bebé que le ha acompañado con su mujer, Laura. "Incluye 20 virtudes, una por capítulo, cada una independiente la una con la otra, con lo que se lee más ameno. Y cada una va relatando la aceptación, el equilibrio, la gratitud, la resiliencia, la paciencia... Y todo escrito para que lo lea Julia cuando sea mayor y le pueda aportar algo. Cada capítulo va con una moraleja, que extrae de la experiencia y con una frase de un famoso que tiene vínculo con la virtud".
Rodeado de multitud de allegados, ha profundizado en el último capítulo, "más costoso de leer", que es "sobre el morir, sobre la experiencia de morir que todos tendremos que superarla algún día. El capítulo final se llama Aprender a Vivir requiere Saber Morir. Queda una continuidad de nosotros, creamos o no, seamos espirituales o no, creamos en Dios o no, tu impronta en la vida queda. Unas reflexiones avaladas por diferentes científicos y podéis leer ese capítulo". Ha aludido a su amigo Roberto, que está tratando este capítulo con su hija de 11 años con unos resultados sorprendentes por positivos.
Ha defendido Jorge Pascual Sesé que los capítulos son historias de vida, "algunas reales, otras ficticias, algunas inventadas, otras semi inventadas y semi reales. No hay que tomárselo al pie de la letra". Inspiración a través de intelectuales de distintas épocas y con una moraleja final en cada caso.
El autor de Aprendiendo a Vivir ha realizado un taller con los presentes sobre la "Aceptación" y su capacidad para despertar la paz interior que nos puede conducir a la serenidad, que es como los antiguos denominaban a la felicidad. Y, de paso, la presentaación se ha convertido en un fluido diálogo con participación de los aventajados que ya lo han leído, como Miguel Ángel Otín, que consideran una de sus grandes fortalezas la habilidad para hacer pensar en la conformación del propio pensamiento.