Las calles de Arcusa, convertidas en museo de pintura al aire libre desde 2020, suman ahora una experiencia diferente con "Huellas tras pinceladas", un juego de pistas que permite redescubrir las obras, la historia y la vida del pueblo de forma divertida e interactiva.
Arcusa, un pequeño núcleo perteneciente al municipio de Aínsa-Sobrarbe, se ha convertido en un referente del arte rural gracias a la iniciativa de uno de sus vecinos, Luis Moreno, quien desde 2020 ha transformado las calles del pueblo en un verdadero museo de pintura al aire libre.
Este proyecto, nacido del compromiso personal de Moreno con su entorno, no solo embellece las fachadas de Arcusa con retratos de vecinos, escenas cotidianas e imágenes que recogen la memoria de estas calles, sino que también invita a mirar el territorio con otros ojos: los del arte, la historia y el sentimiento de pertenencia.

Con el objetivo de seguir dinamizando este espacio único y fomentar la visita durante todo el año, el Plan de Sostenibilidad Turística en Destino Sobrarbe Pirineos 365, centrado en la desestacionalización, lanza una nueva y emocionante propuesta dentro de la Red Local de Museos de Sobrarbe: “Huellas tras las pinceladas”, un juego interactivo que ya está disponible en Arcusa.
Se trata de una actividad pensada para todas las edades, que permite descubrir el museo desde otra perspectiva: jugando, buscando pistas, resolviendo enigmas y completando un recorrido que combina arte, exploración y patrimonio. "Es una oportunidad ideal para que familias, visitantes y amantes del arte disfruten de una experiencia cultural diferente", se destaca desde Arcusa.
Durante este puente del Pilar, Arcusa invita a todos a acercarse al pueblo y sumergirse en este recorrido artístico e interactivo, que combina la creatividad de Luis Moreno con nuevas formas de participación y disfrute del espacio público. "Una manera divertida, enriquecedora y original de conectar con el territorio", resume.