Un bar, un muerto y un santo que se cae del martirologio. Con estos ingredientes, Juan Montenegro que escribió El Congelador, una obra que Espiral Teatro llevó a escena este sábado, en la XXXI Muestra de Teatro y Danza Joven, que se está desarrollando en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner.
El Congelador, enmarcada en los años ochenta, podría situarse en cualquier pequeño pueblo rural de cualquier época actual. Bajo la dirección de Misael Hernández, el grupo, integrado por estudiantes del Bachiller de Artes de primer y segundo curso, llevó a las tablas la historia de un hombre fallecido en Zaragoza, que es conducido a su pueblo para ser enterrado.
Con un montaje sencillo, pero con juegos escénico, baile y movimiento, se representó esta obra de teatro popular, “una comedia fría como suele decir el autor, con personajes caricaturescos y extrovertidos, pero que esconden una crítica social”, explica el director.
Misael Hernández asegura que el proceso ha sido "muy fructífero" y se lo han pasado "bomba". El año pasado trabajaron Shakespeare y el Teatro Clásico y en esta ocasión, "para entrar en una vertiente nueva y que conocieran un camino diferente y otro tipo de interpretación, se pensó en esta obra".
El público se divirtió con el grotesco popular y el contacto del humor negro con la cotidianeidad. "La idea es divertirnos y divertir aunque detrás de la comedia haya un poco de reflexión. Se escribió en los años 80 pero es muy actual y podría representarte en cualquier pueblo de Aragón o de España".