Con una ejecución magistral y una conexión única con el público, Ben Harper ofreció anoche uno de los conciertos más memorables de Pirineos Sur 2025. Acompañado por su legendaria banda, los The Innocent Criminals, el músico estadounidense firmó un recital impecable, que no solo logró emocionar, sino también marcar un hito: fue el quinto ‘sold out’ consecutivo del festival. La velada, centrada en sonidos de rock y blues, también tuvo como gran protagonista a Quique González, uno de los referentes del rock clásico español, que volvió a dejar claro por qué sigue siendo una figura imprescindible del panorama nacional.
Este nuevo lleno en el anfiteatro natural de Lanuza supuso un récord histórico para el certamen: por primera vez en sus 32 ediciones, se alcanzan cinco llenos consecutivos. Hasta la fecha, el festival ha reunido a cerca de 45.000 espectadores durante los 13 conciertos celebrados, y aún falta por sumar el público que asistirá hoy al concierto de Residente, que cerrará esta exitosa edición.
Con el gorro encajado y el puño en alto, Ben Harper salió al escenario con una propuesta libre, sin la presión de presentar nuevo disco. Su repertorio fue un repaso brillante por todas sus etapas, dejando claro por qué es uno de los grandes nombres del rock y blues internacional. Tras más de tres décadas de carrera, tiene mucho material donde elegir, aunque su clásico álbum “Welcome to the Cruel World” sigue siendo uno de los momentos más celebrados en sus directos.
Desde el arranque, con temas como “Glory & Consequence”, “Don’t Give Up Now” o “Diamonds on the Inside”, Harper recorrió con fluidez géneros como el rock eléctrico y acústico, el blues e incluso el reggae, demostrando una versatilidad pasmosa. El punto álgido llegó con los bises, donde al steel guitar y acompañado por una percusión envolvente, ofreció un tema a capela junto a toda la banda, desatando una ovación atronadora. El broche de oro fue una interpretación íntima de “Waiting on an Angel”, que dejó al público en un silencio reverencial.
QUIQUE GONZÁLEZ
A media tarde, el público ya se agolpaba en los alrededores del pantano de Lanuza para no perderse el último concierto de gira veraniega de Quique González. El cantautor madrileño, que siempre ha expresado su debilidad por el entorno mágico de Pirineos Sur, no defraudó: entregó un recital sólido, maduro y profundamente emotivo, repasando lo mejor de su trayectoria.
Comenzó con su más reciente sencillo, “Terciopelo azul”, adelanto de su próximo disco, y continuó con su versión de “Amor en vano”, homenaje a Bob Dylan, una de sus grandes influencias. Su repertorio, como el del estadounidense, se movió entre la intimidad acústica y la energía eléctrica, siempre con una banda sobresaliente como respaldo.
No faltaron temas imprescindibles como “Avería y redención”, “Kamikazes” o “Salitre”, pero el clímax emocional llegó con “Vidas cruzadas” y “Aunque tú no lo sepas”, adaptación del poema de Luis García Montero que homenajea a Enrique Urquijo. El tema, que no había interpretado en esta gira, conmovió al público y dejó uno de los momentos más sentidos de la noche.
ÚLTIMA JORNADA
La 32ª edición de Pirineos Sur cerrará esta noche de domingo con un cartel de altura: Residente, Gale y Laura Sam.
Residente, cofundador de Calle 13, es uno de los artistas latinos más influyentes de las últimas décadas. Su estilo único, que mezcla hip-hop, música urbana y ritmos tradicionales latinoamericanos, destaca por letras cargadas de crítica social y profundidad poética. Su actuación promete ser uno de los grandes momentos del festival.
Le acompañará Gale, compositora y cantante puertorriqueña que ha trabajado con figuras como Shakira, Juanes o Cardi B, y que en 2023 lanzó su primer disco, “Lo que no te dije”, explorando desde el punk más intenso hasta las baladas más delicadas.
Completará la noche Laura Sam, referente del spoken word en España, que presentará su nuevo EP “Amor y Plomo”, producido por Mr Worth, con un enfoque combativo y reflexivo que promete impactar al público.