El Festival Brizna ha cerrado su quinta edición con un balance más que positivo: cerca de 5.000 asistentes han pasado por sus escenarios a lo largo del fin de semana para disfrutar de una programación renovada, internacional y pensada para todos los públicos. Una cita cultural que ha consolidado a Ayerbe como uno de los referentes veraniegos en el panorama musical y artístico de Aragón.
Organizado por el Ayuntamiento de Ayerbe y la Asociación Brizna, el festival ha apostado este año por una propuesta más amplia y alternativa, con grupos internacionales por primera vez, actividades para todas las edades y una cuidada experiencia en torno a la música, la gastronomía y el ocio.
La programación arrancó el viernes en el paraje natural de La Fontaneta, un entorno espectacular que acogió el concierto de Miguel Rivera y Guadalupe Plata, en un ambiente mágico con todas las entradas agotadas. Ya en el Recinto Brizna, el espectáculo de Florida&Hermosso, seguido por La Milagrosa (en su primera actuación en la provincia) y los argentinos Bestia Bebé, conquistaron al público con una actuación cargada de cercanía, energía y emoción. El broche final de la jornada lo puso la DJ Luna Roja, con una sesión vibrante.
El sábado, una de las grandes novedades se celebró en la piscina Las Aguas, que acogió la fiesta por el 30 aniversario del recinto. Luis Brea ofreció un concierto inolvidable mientras los DJs David Nal, Fran Navarro y Florida&Hermosso hacían bailar al público entre chapuzón y chapuzón. Los más pequeños también fueron protagonistas con juegos acuáticos y pruebas deportivas.
Al caer la tarde, el ambiente se trasladó al Recinto Brizna con una programación familiar protagonizada por el Teatro Sobre Ruedas y el DJ Hurtell. Desde ahí, la noche se encendió con los conciertos de la cubana La Dame Blanche, un potente directo de Mr Kilombo (en su segunda visita al festival) y el cierre espectacular de los madrileños Parque Svr, que unieron música y humor en una propuesta inédita para el Brizna. La clausura corrió a cargo de los DJs locales Nen y Gaby, que cerraron el festival a ritmo de tecno y baile.
Con esta edición, Brizna confirma su madurez como festival multidisciplinar, inclusivo y sostenible, apostando por el talento emergente, la internacionalización y el dinamismo cultural en el medio rural.