Desde 1612 y hasta 2009 la campana de la ciudad de Huesca, denominada Joana Patientia, estuvo colgada en su espadaña. Ha pasado estos catorce años protegida en las naves municipales y ahora el Ayuntamiento acaba de adjudicar su restauración para que pueda ser admirada en el patio de la Casa Consistorial. Electrorecamp va a ser la empresa que lleve a cabo estos trabajos por un importe de 5.200 euros.
La campana data del s. XVI y es una obra de bronce con una rica decoración, ordenada fundir por el Concejo en el año 1576 y a la que se impuso, en su bendición, el nombre de Joana Patientia (Juana Paciencia).
Fue destinada, fundamentalmente, a indicar el momento en el que se reunía el tribunal del Justicia de Huesca y, de manera excepcional, para convocar a los oscenses con sus armas en situaciones de guerra o peligro grave.
Los trabajos tienen fines museísticos y consisten en llevar a cabo una limpieza generalizada de la campana, además de restaurar la madera y los herrajes metálicos del yugo.
La archivera municipal, María Jesús Torreblanca, ha explicado que desde el año 2009 y hasta la actualidad la campana “ha estado resguardada y protegida en las naves municipales. Durante estos años, se han desarrollado diferentes estudios sobre la misma del historiador Carlos Garcés y del antropólogo y colaborador del Gremi de Campaners de Valencia, Francesc Llop i Bayó”.
La propia campana suministra abundante información sobre sí misma. En su decoración incluye una inscripción con el apellido del maestro campanero que la creó: Rosada. Juan de la Rosada, originario de Broto, fue el primero de una dinastía de campaneros.
También proporciona la campana la fecha de su fundición y los nombres y cargos de los miembros del Concejo que ordenaron su fabricación. Junto a una gran cruz, cuatro escenas de tema religioso, y un “te Deum laudamus” (que significa “Te alabamos Señor”) repetido nueve veces, aparecen 24 imágenes del escudo que Huesca ostentó desde el siglo XIII al XVI.
La obra consta de tres elementos principales. El yugo o pieza de madera que permitía voltear la campana (mide 83 centímetros de altura y se halla unido a ella por varias piezas metálicas), la campana de bronce (de 87 centímetros de alto y 87 de diámetro en la boca) y el badajo metálico (de 72 centímetros de largo).