Al Club Rotary de Huesca se le ha infiltrado en su reunión semanal de los lunes un invitado especial a través del recuerdo: Carlos Saura, el cineasta fallecido este pasado viernes, en vísperas de recibir el Goya de Honor. Y es que los rotarios ya tuvieron la oportunidad de agasajar, hace ahora cinco años, a tan insigne oscense.
La presidenta de los rotarios, Eva Álvarez, recuerda este momento singular. "El destino quiso que cayera en mis manos una revista y leyera una entrevista que le hacían a él, y en la que le preguntaban qué ciudad le gustaría que fuese la capital del mundo, y contestó que Huesca. Decidimos traer a Carlos Saura, mis compañeros tenían cierta tensión y pensaron que se quedaría en el “limbo” , como anteriormente algún otro galardonado, pero tras muchos avatares, conseguí hablar con él en México, mientras rodaba una película. Le recordé su entrevista y atestiguó que se sentía muy oscense y de allí guardaba inmejorables recuerdos ,e incluso su vocación de cineasta.
Era una persona con una chispa y un humor increíble . Siempre llevaba una cámara de fotos colgada. Todos estos momentos desembocaron después en una amistad sincera con los miembros del club, y cada cierto tiempo hablaba con él y con su hija Anna por el móvil. Se ha ido un cineasta extraordinario, y mejor persona. Descanse en Paz".
Los rotarios han homenajeado este lunes a Carlos Saura con los mejores recuerdos y las palabras más cariñosas. Para acompañar con la huella de la amistad la atmósfera de admiración que dejó secuela en el club.