La Cartuja de las Fuentes, el monumento de Sariñena que reivindica su lugar en el patrimonio oscense

Las intervenciones de la Diputación dignifican el conjunto que se abre a estudiosos y público en general por el encanto con sabor a Bayeu

DH
17 de Enero de 2023
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La Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes
La Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes

La Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes sigue ganando corazones a los amantes del arte y de la singularidad patrimonial, lugar de culto, de espectáculos y de cultura en el que la Diputación Provincial de Huesca ha invertido con el objetivo de convertirlo en un espacio referencial pore su valor como motor económico.

De hecho, empieza a dejar de ser uno de los grandes desconocidos entre los sobresalientes monumentos altoaragoneses, aun exhibiendo su diferenciación como conjunto arquitectónico de estilo barroco tardío en el que los amantes del arte visualizan la influencia del gran arquitecto Ventura Rodríguez y el alma de esta cartuja,  Fray Manuel Bayeu. En su obra manifestó su saber y su esfuerzo en llenar de vida y color las paredes y techos de este recinto, en una titánica labor cuyo ejemplo no es fácil de encontrar en otras iglesias o monasterios, en los que intervinieron mayor número de pintores.

Desde que, en el mes de julio de 2016, las puertas de La Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes abrían a los visitantes para dar luz a su dimensión arquitectónica y pictórica, más de 15.000 personas han visitado el templo, de destinos como Alemania, Inglaterra u Holanda, aunque los más numerosos provienen de Huesca, seguidos de Zaragoza y de Barcelona.

El pasado año fueron 4.753 las personas que visitaban el cenobio, además de las 4.500 que participaban en la tercera edición del Festival Sonna que puso su broche de oro en La Cartuja. La evolución de las visitas ha sido portentosa tras la pandemia, con 1.401 las personas que fueron a ver el monasterio en2020 o 3.868 en 2021. “Se puede afirmar que el balance de las visitas es muy positivo, influyendo las diferentes obras que se han llevado a cabo, lo que hace que muchas personas vuelvan a visitar el conjunto”, afirma Alberto Lasheras, guía del monasterio desde su apertura al público.

Grupo Orwell.
Grupo Orwell.

Lasheras señala las principales obras de restauración, “las pinturas del Coro de Padres, bóveda y muro de la iglesia, actuación de la Tribuna, rehabilitación de la portería, que esta primavera se pondrá en uso, además de hallazgos extraordinarios, porque, como siempre hemos dicho, La Cartuja nos depara sorpresas admirables”, explica Lasheras, que recalca que, “si desde un punto de vista arquitectónico, el valor de la Cartuja resulta muy relevante, especialmente la parte escultórica cuya obra es de Carlos Salas, los 2.000 metros de decoración pictórica que llenan de contenido los techos y muros de todo el monasterio constituyen el mayor conjunto mural del siglo XVIII de Aragón por su extensión, los descubrimientos hallados hasta la fecha, como la veleta original, el molino de aceite, el polvorín de la bodega subterránea o el horno de pan de grandes dimensiones que conservaba la bóveda. Todo hace de este monasterio una espacio increíble para investigadores, historiadores y especialistas en arte y cultura.

“Visitas como la de Orwell Society, con el hijo de George Orwell, Richard Blair, acompañado entre otros por Quentin Kopp, hijo de quien fuera jefe del escritor durante su estancia en España, George Koop y el cónsul británico en Barcelona, Lloyd Milen, con Víctor Pardo al frente del grupo, la campeona de ajedrez, Judit Polgar, la campeona de ajedrez, Leontxo García, escritores, periodistas, dibujantes, acuarelistas, poetas, catedráticos, entre otras ilustres visitas, hacen del monasterio un lugar privilegiado”, indica el guía, que subraya una visita que le sorprendió gratamente, “un grupo del Master de Gestión Investigación del Patrimonio de Unizar, en la que los alumnos disfrutaron de todo lo que les explicábamos y mostrábamos, en estos ratos te das cuenta de lo que puede dar de sí el estudio de La Cartuja”.

Lasheras también destaca la visita de Carlos Urzainqui Biel, Docente e Investigador (DEA) en Historia contemporánea, así como le creador del blog El Retabillo y José Luís Ona, historiador, arqueólogo, profundo conocedor de nuestro paisaje que ha dirigido y realizado un sin número de proyectos de restauración y de publicaciones que ponen en valor nuestro rico patrimonio histórico-artístico. “Estuvimos hace 5 años y estaba todo de reformas, ahora la iglesia está diáfana, el claustro grande ha quedado muy bien, y lo que más nos ha sorprendido ha sido lo hallado en la Casa de Obediencias”, detalla Urzainqui sobre la bodega que fuera refugio antiaéreo. “También nos gustó mucho la casa del pastor, es una cápsula del tiempo, o los grafitis”.

Grupo de un máster de la Universidad. Foto Alberto Lasheras
Grupo de un máster de la Universidad. Foto Alberto Lasheras

Urzainqui y Ona llegaron a La Cartuja el último día del año 2022. “Lasheras nos llevó hasta la casa de obediencias y allí encontramos cosas muy interesantes, entre ellas el horno, tras una enorme chimenea y el interior de la tahona, más enorme, una bóveda circular con una altura de metro y medio por otros diez de circunferencia”, manifiesta el investigador.

En referencia a los grafitis, “se hallan por todos los rincones del cenobio, hay un código que aparece repetido en muchos lugares y que corresponde a las iniciales de un grupo de la brigada aérea española del bando nacional, lo que indica que este grupo estuvo acuartelado cuando el bando nacional avanzaba hacia el Este”.

Hasta la fecha, la DPH ha acometido en varias fases las restauraciones integrales del atrio y de las cubiertas del conjunto monástico, se han realizado varias intervenciones en el edificio de obediencias y se ha sustituido la cubierta del edificio de las porterías. El coordinador de los equipos de actuación de La Cartuja de Las Fuentes, José Miguel Pesqué, indica que “este conjunto patrimonial no solo es uno de los monumentos altoaragoneses más desconocidos, sino que es una caja de sorpresas porque cuanto más se profundiza y se trabaja en él más aspectos descubrimos sobre su historia y sobre su valor patrimonial y artístico”.

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