En pleno centro histórico de Huesca, en la Plaza Lizana, se alza un espacio de memoria y espiritualidad: la Casa Museo del Padre Saturnino López Novoa, figura clave en la historia social y religiosa de la ciudad y fundador de la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.
La vivienda, un edificio del siglo XVII cuidadosamente rehabilitado, fue residencia del Padre Saturnino desde 1870 hasta su fallecimiento en 1905. Hoy, el inmueble se presenta como un valioso testimonio de la vida cotidiana de la época, conservando materiales originales y elementos arquitectónicos fieles al estilo de entonces.
La restauración ha permitido recuperar espacios como la antigua panadería, la bodega, la cuadra y las estancias residenciales, que evocan con realismo la vida del fundador y su contexto.
Uno de los rincones más singulares de la Casa Museo es un aula equipada con antiguos instrumentos de física y química, recuperados del desaparecido Seminario de Huesca. Este detalle subraya no solo la dimensión religiosa, sino también la formación intelectual del Padre Saturnino.
La exposición ofrece un completo recorrido histórico que pone en valor la figura de este hombre de espíritu universal, cuya obra trascendió fronteras.
Fundada en 1873, la Congregación que impulsó tiene hoy presencia en 21 países, desarrollando una labor pastoral y asistencial basada en la atención a los más vulnerables, una misión que mantiene firme su vínculo con la ciudad desde la apertura de la primera residencia en la calle Teruel, en 1871.
La visita a la Casa Museo permite al público acercarse a la personalidad del Padre Saturnino a través de paneles explicativos, objetos personales y una extensa documentación que da cuenta de su legado humano y espiritual. Un espacio que no solo merece un lugar destacado en el patrimonio cultural de Huesca, sino que bien podría integrarse de forma permanente en los circuitos museísticos de la ciudad.
La Casa Museo del Padre Saturnino López Novoa no es solo un punto de interés histórico, sino una experiencia que conecta al visitante con el pasado y el compromiso social de una obra que sigue viva en el presente.