Casapalma, el Sonna hace posible el milagro de maridar folclore cántabro y Pirineos

El dúo hace un viaje a los Picos de Europa con una exuberancia que aplaude Monflorite en la ermita de los Dolores

DH
02 de Agosto de 2025
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Casapalma en Monflorite en el Sonna
Casapalma en Monflorite en el Sonna

Casapalma  abrió ayer en la ermita de los Dolores de Monflorite el fin de semana del SoNna Huesca con gran éxito de público y una versión electrónica del folklore de los Picos de Europa. El público superó con creces el aforo previsto en el pequeño promontorio donde se asienta la singular ermita de Los Dolores, en Monflorite, para disfrutar de la tradición oral montañesa, tal y como ellos denominan al folklore cántabro, tamizada por la electrónica.

El guitarrista de jazz y productor musical Yoel Molina y la cantante Irene Atienza se encontraron en Cabuérniga (Cantabria), a donde ambos habían regresado en busca de sus raíces. Bucearon en cintas antiguas en busca de esa tradición oral que sigue poniendo la banda sonora original a las fiestas y celebraciones populares en Cantabria y que sirve también para las labores del campo y del monte.

El dúo introdujo a personajes como Genio, el de Camijares o Maso, el de La Hayuela; y mostró voces grabadas y testimonios de mujeres anónimas que servían de marco y referente para lo que el público iba a escuchar a continuación. Jotas, tonadas, canciones de labor y coplillas llenaron la ermita de los Dolores de zuecos y sobaos pasiegos, de olor a vaca y a oso pardo. Y sobre todo, de olor a fiesta y a romería. “Si volvías de la romería con un puñado de avellanas en el bolsillo es que te habías echado novio”.

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Irene Atienza reivindicó el papel de las mujeres montañesas. “Ellas con sus panderetas eran las grandes protagonistas; sobre todo de las letras. Ahora nos damos cuenta de que contaban muchas cosas”. Pero si la voz de ella olía a prado y a castaños, la guitarra, los teclados y los sampler de Yoel Molina nos situaba en la era contemporánea; en un ambiente más complejo y elaborado.

El público entendió el folklore montañés que suena familiar en las estribaciones del Pirineo aragonés. Parece más bien como si Picos de Europa fuera parte -como así es- del plegamiento de los Pirineos, un extremo de ellos. Como si el folklore respondiera a la geología.

La caravana del sexto SoNna Huesca hace este sábado un corto desplazamiento a Almudévar para vivir el segundo espectáculo circense del programa de 2025,. La Balsa de la Culada, una suerte de circo romano de sillares de piedra caliza, alberga la presentación del espectáculo Urbasa, una colaboración de Hutsum Txalaparta (Mikel Urrutia y Anai Gambra) y el acróbata Ortzi Acosta (20.30h)

La txalaparta es uno de los pocos instrumentos musicales que existen en el mundo que se toca entre dos personas. El espectáculo que se presenta en el SoNna Huesca es Urbasa, con la dirección artística de Pablo Ibarluzea. La Sierra de Urbasa, en el noroeste de Navarra, representa una frontera física y climática que desde siempre ha sido punto de encuentro entre personas y naturaleza.

La catalana Clara Peya podrá por fin debutar en el SoNna Huesca el domingo en el bosque de Castejón de Sos (19.30 horas). La organización ha querido repetir la propuesta en esta edición, tras la suspensión de 2024 por una fuerte tormenta. Es el único concierto en seis años de certamen que se ha suspendido antes de comenzar y este año el público y la artista se quieren resarcir.

Clara Peya, acompañada por el guitarrista Santi Careta, está considerada una de las creadoras más originales y únicas en la escena musical de nuestro país. Vanguardista y transgresora, Peya es musicalmente inclasificable, pues bascula entre el jazz, el pop y la electrónica, manteniendo el piano como eje de su espectáculo. Su trayectoria transita entre la música, el teatro y el activismo. Fue reconocida con el Premio Nacional de Cultura 2019 por su carrera musical y compromiso social.

El bosque elegido está situado entre los barrancos de Gabás y Urmella, más cerca de la pedanía de El Run, que de Castejón de Sos, de donde parte el itinerario que hará el público hasta el bosque. El punto de encuentro está situado en el espacio urbano de Castejón de Sos, en la calle Ral, a la altura del crucero de término de la localidad.

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