El clarinete fue un instrumento muy importante en la época de las orquestas y el swing de los años 30. Ahí estuvieron Johnny Dodds, Sidney Bechet, Artie Shaw, Woody Herman o Benny Goodman, casi todos directores de sus orquestas. Pero, cuando estas orquestas fueron decayendo, arrastraron en su declive al clarinete que, además, tuvo en su contra que es técnicamente más arduo que el saxo, su cuñado metálico.
Hubo sin embargo un clarinetista que sí se adaptó a las exigencias del bebop de Charlie Parker, el nuevo estilo de los 40, y fue Budy DeFranco que, a pesar de todo, dirigió durante ocho años la orquesta del fallecido Glenn Miller y viene a nuestro Domingo de Jazz porque habría cumplido cien años el viernes pasado, 17 de febrero.
Boniface Ferdinand Leonardo “Buddy” DeFranco forma parte de otra lista, la de los músicos de origen italiano que se adaptaron al nuevo mundo como sólo ellos saben hacerlo. Y ahí estuvieron -mudando el nombre si hacía falta- Tony (Benedetto) Bennett, Frank Sinatra, Chuck Mangione, Henry (Enrico) Mancini, Lennie Tristano, John Patitucci, Martin Pizzarelli, Scott LaFaro, Joe Farrell (Joseph Firrantello), Joe Pass (Joseph Passalaqua) y algunos más actuales como Al DiMeola, Gretchen Parlato, Pasquale Grasso o Joe Lovano.
Podría endosaros también la lista de los músicos de jazz que nacieron en 1923, pero no voy a extenderme más porque irán pasando por aquí en los próximos meses. Os dejo con la versión y el tributo que Budy DeFranco y Terry Gibbs grabaron en Japón en honor del clarinetista Benny Goodman y el vibrafonista Lionel Hampton, autores del tema Flying Home. Preparaos para una demostración de virtuosismo, swing y buen humor por parte de todos los músicos…
¡Feliz Domingo de Jazz!