Charo López, emblema indiscutible del cine, el teatro y la televisión en España, recibirá el próximo 10 de junio de 2025 el prestigioso Premio Luis Buñuel, máxima distinción honorífica del Festival Internacional de Cine de Huesca, en reconocimiento a una trayectoria artística de más de cinco décadas. Una vida dedicada al arte y a la libertad interpretativa que, en palabras de Estela Rasal, directora del certamen, la convierte en “un talento que ha marcado una época”.
Premio Goya por Secretos del corazón y nominada por Lo más natural, cuatro Fotogramas de Plata, la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos por El hueso, el Premio Sant Jordi de Cine a la trayectoria profesional o la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes son solo algunas de las muchas distinciones que consolidan su relevancia en el panorama cultural español.
Con cerca de 60 películas, 40 series de televisión y más de 20 producciones teatrales, Charo López ha sido definida por el escritor Manuel Vicent como “el símbolo de la luz al final del túnel del franquismo”, una afirmación que resume su peso simbólico y artístico durante la transición y en la evolución del cine español.
Ha trabajado con los más reconocidos directores del país: Gonzalo Suárez —con quien debutó y colaboró en siete largometrajes—, Montxo Armendáriz, Mario Camus, Vicente Aranda, Imanol Uribe, Josefina Molina o Pedro Almodóvar, y estuvo a punto de rodar con Luis Buñuel en La vía láctea, papel que no llegó a realizarse por presiones del sindicato de actores francés.
El público oscense podrá compartir con la actriz un momento único en el encuentro abierto que se celebrará ese mismo martes a mediodía, moderado por el escritor y divulgador cinematográfico Luis Alegre, donde la actriz compartirá vivencias, anécdotas y reflexiones sobre su extensa carrera.
Ya por la noche, a las 22:00 h en el Teatro Olimpia, tendrá lugar la gala homenaje, donde se proyectará el documental Me cuesta hablar de mí, una obra que repasa más de 50 años de carrera y más de 100 títulos a sus espaldas. Un tributo audiovisual que permitirá recorrer sus pasos con una mirada íntima y profunda.
Con esta distinción, Charo López se suma a una nómina de grandes nombres del cine internacional que han recibido este galardón, como Terry Gilliam, Bertrand Tavernier, Marisa Paredes, Stephen Frears, Carlos Saura, Ángela Molina, Jean-Claude Carrière, Costa-Gavras, Álex de la Iglesia, los hermanos Taviani, Isabel Coixet, Aitana Sánchez-Gijón, Victoria Abril o Víctor Erice, homenajeado en la pasada edición.
LUZ EN EL CAMBIO
Nacida en Salamanca el 28 de octubre de 1943, Charo López descubrió su vocación a los 17 años. Mientras cursaba Filosofía y Letras, comenzó a actuar con el Teatro Español Universitario, y fue durante su etapa como profesora cuando conoció a Gonzalo Suárez, quien la invitó a protagonizar Ditirambo (1967), marcando así el inicio de una de las trayectorias más sólidas del audiovisual español.
En televisión, dejó una huella indeleble como Mauricia en Fortunata y Jacinta (1980), pero fue su interpretación de Clara Aldán en Los gozos y las sombras (1982) la que le otorgó fama masiva y un reconocimiento que se trasladó con fuerza a la gran pantalla.
Su filmografía reúne títulos imprescindibles como La colmena de Mario Camus, Los paraísos perdidos de Basilio Martín Patino, Tiempo de silencio de Vicente Aranda, Lo más natural de Josefina Molina, Kika de Pedro Almodóvar, Ánima de Titus Leber, Plenilunio de Imanol Uribe o más recientemente Baby de Juanma Bajo Ulloa.
En América Latina, brilló sobre los escenarios con Una jornada particular y Hay que deshacer la casa, dos éxitos teatrales con los que recorrió Argentina a finales de los años 80. En España, alcanzó gran notoriedad con montajes como Tengamos el sexo en paz, a partir del texto de Dario Fo, y su inolvidable monólogo Ojos de agua, inspirado en La Celestina.
En 1997, deslumbró como María en Secretos del corazón, de Montxo Armendáriz, papel que le valió el Premio Goya a la mejor actriz de reparto. La película fue, además, nominada al Oscar a Mejor Película de Habla No Inglesa.
Más recientemente, ha seguido activa con trabajos en cine y televisión, como el cortometraje Alas de tiniebla, que la reunió de nuevo con Gonzalo Suárez y se presentó en el propio Festival Internacional de Cine de Huesca.
UNA VIDA DE ARTE
A lo largo de su carrera, Charo López ha sido galardonada con numerosos premios que confirman su lugar en la historia de la interpretación: Espiga de Honor de la Seminci de Valladolid, Premio Ercilla de Teatro, Premio de la Unión de Actores, tres TP de Oro, Premio Nacional de Cinematografía Nacho Martínez del Festival de Gijón, además de los ya mencionados Fotogramas de Plata, Medalla del CEC y Sant Jordi de Cine.
Con el Premio Luis Buñuel, el Festival Internacional de Cine de Huesca rinde homenaje a una actriz que no solo ha iluminado generaciones desde el escenario y la pantalla, sino que ha encarnado el espíritu de una época que buscaba voz, arte y verdad.