El colectivo Imprevistos y Cía. presentó este sábado “Se buscan pingüinos", una propuesta escénico-cinematográfica enmarcada en la Muestra de Teatro y Danza Joven organizada por ITHEC. Bajo la dirección de Laura Torrijos-Bescós, el espectáculo combinó la reinterpretación de escenas emblemáticas del cine con la exhibición de dos cortometrajes creados íntegramente por el alumnado.
La velada se abrió con una serie de recreaciones de películas icónicas, conocidas por su presencia en la cultura audiovisual colectiva, como Notting Hill, La vida de Brian, o Doce hombres sin piedad, entre otras. A este recorrido se añadieron monólogos célebres, extraídos tanto de guiones cinematográficos como de textos teatrales, entre ellos uno de El indomable Will Hunting.
CREACIÓN COLECTIVA
La segunda parte del espectáculo estuvo dedicada a la proyección de dos cortometrajes originales, considerados por Torrijos-Bescós como la pieza medular del proceso. “Ellos los han escrito. Yo les dije que las ideas tenían que ser suyas y los guiones también, sólo les enseñé cómo se escribe y cómo usar el programa técnico”, explica.
La creación, inicialmente percibida como un desafío, acabó por demostrar que los participantes estaban plenamente capacitados para desarrollar ideas propias con solvencia.
El grupo, formado por dieciséis intérpretes, trabajó en dos equipos de creación. Torrijos-Bescós proporcionó la estructura narrativa y ayudó a organizar el material: “Escribir algo entre ocho personas suele ser una locura, así que yo les ayudé a darle forma a todo”.

Los cortos, Se busca superhéroe y Pingüinos y otras formas de amar, presentaron dos universos dispares. El primero se sitúa en un casting lleno de personajes extravagantes: “Hay ocho personas, cada uno de su padre y de su madre. Unos son antiguas estrellas, otros vienen subidos, otros ya vestidos de superhéroe… todo con un giro final un poco loco”.
El segundo homenajeó de forma simbólica a Cuento de Navidad, de Charles Dickens: “En Cuento de Navidad se le aparecen al protagonista los fantasmas del pasado, presente y futuro; aquí, a un chico se le aparecen el poliamor, la soltería, la homosexualidad, diferentes formas de amar”.
EL RODAJE, UNA EXPERIENCIA INTEGRAL
La filmación se realizó en múltiples escenarios, desde el Espacio de Arte Joven hasta viviendas particulares y espacios abiertos. Torrijos-Bescós señala que su objetivo era que el alumnado viviese cada fase de una producción cinematográfica: “Quería que todos pasasen por todo: hacer la claqueta, ayudar con el sonido… hasta que no lo pruebas no sabes si te gusta”.
Aunque no obligó a nadie a ocupar roles técnicos, promovió la rotación de tareas. “En la parte de cámara lo llevamos Claudi López, que se dedica a esto, y yo, pero mi prioridad era que actuasen y que estuviesen contentos interpretando, porque al final todos se apuntan a actuar. Eso era lo más importante”.

LOS PERSONAJES
Para la creación de los personajes, la consigna principal fue el equilibrio. “Tenían que tener todos más o menos el mismo peso”. Aunque uno de los cortos presentaba un protagonista más destacado, el reparto se mantuvo armonioso.
Torrijos-Bescós exigió a cada intérprete que elaborase la biografía de su personaje. “Tenían que prepararse en casa qué objetivo tenía, a quién conocía, cómo era su vida. Toda la intrahistoria”. Posteriormente, compartieron sus propuestas para ajustar la coherencia del conjunto.
Un consejo clave fue: “Cada personaje tenía que ser interesante y tenían que hacerlo interesante. Siempre les digo que tienen que ser egoístas: querer salir en cámara lo máximo posible, porque así desarrollan más su papel”.
Al término del proceso, Laura Torrijos-Bescós se mostró satisfecha con la evolución del grupo: “Estoy muy contenta y muy orgullosa. Para algunos fue la primera vez delante de una cámara, y otros se enfrentaron a monólogos difíciles”.
Menciona el caso de un alumno que interpretó un fragmento de Nosferatu con gran esfuerzo: “Me decía que no lo haría porque le costaba mucho. Pero con técnicas distintas lo consiguió, y ahí está el resultado”.

El elenco, compuesto por Sandra Lanuza, David Grasa, Carlos Lamelas, Lorenzo Ballarín, Claudi López, Minerva Galed, Andrea RoRo, Silvestre Boix, Daniel Pardo, Wer Schrul, Pilar Bastarós, Mariví Romeo, Inés Sánchez, Saúl Moya, Eli Fernández, Jade y Abel Pérez, demostró un compromiso ejemplar, versatilidad y entrega.
“Se buscan pingüinos” se revela como una experiencia formativa que fue más allá de la interpretación. Un proceso colectivo de creación, técnica y reflexión artística que dio lugar a una obra plural, honesta y cargada de significados.