En los primeros días de febrero del año 1967 y como preparación a los que se consideró como importantes acontecimientos políticos, las Jefaturas Provinciales del Movimiento, a través de sus respectivos Departamentos de Formación Política, habían organizado unos cursos para “Concejales Electos” en el cual se impartían dos seminarios bajo los enunciados de: Gobierno Civil y Administrativo. En ellos se desarrollaron temas como: El Sindicato y los Municipios; Turismo Nacional y Provincial; El Vaticano II y los seglares; El Movimiento Asociativo Familiar; El Mercado Común; El Informe del Banco Mundial y de la FAO. Se trataba de que un extraordinario cuadro de profesores experimentados y la altura intelectual de los conferenciantes que intervenían con charlas preparadas para apoyo, trabajando solamente para grupos compactos de concejales, le daban un carácter de efectividad, que a decir de muchos, estas enseñanzas eran un auténtico modelo en su género; de tal modo, que después de ser Aragón la pionera en estos cursos, ya estaban tomando ejemplo en numerosas provincias españolas, quedando la ciudad de Jaca como la cuna y sede de las primeras experiencias, pues desde 1964 a 1967 habían sido cuatro ya los cursos impartidos.
Alguien apuntaba por aquellas fechas que se iba a experimentar algún cambio, y los mas progresistas, eso sí, pensaban que dentro de un orden, y decían que era algo así como “democracia orgánica”, pero la inmensa mayoría nos quedamos con que los cambios consistían en incorporaciones de municipios a las ciudades y el nombramiento de unos responsables o tutores para los barrios de las mismas.
Así fue como recién terminado el Curso de Concejales Electos, era la misma ciudad de Jaca en la que el domingo 5 de febrero de 1967 se celebraba la toma de posesión de los nuevos Concejales, en un acto en el cual se tuvo la última sesión del Consejo Municipal, se dio el cese como ediles a los concejales salientes, los cuales fueron despedidos con aplausos y mientras el Orfeón Jacetano interpretaba el Himno del Primer Viernes de Mayo. Seguidamente se procedió a la toma de posesión y juramento de los nuevos ediles y se informó de la fusión o incorporación de los municipios de Acín y Bescós, primero; Banaguás y Bernués, después; Guasa y Osia, últimamente.
Dos días después se celebraba en el Ayuntamiento de Huesca la constitución solemne del nuevo Concejo. Abierta la sesión a las doce, el Alcalde señor Miravé Díez explicó la ausencia del Señor Gobernador que venía impuesta por el acatamiento a los preceptos, legales y reglamentarios, los cuales dejaban en más completa libertad la vida municipal. Tras dar la despedida a los ediles salientes y la bienvenida a los entrantes, recordando que llegaban unos con el aval pleno del cuerpo electoral, que había puesto un calor y entusiasmo tal, logrando que el tercio de cabezas de familia fuese en Huesca uno de los primeros de España en número de votantes con respecto al censo. Otros llegaban por el tercio sindical y también por el tercio de entidades culturales; a todos recordó el señor Alcalde que al jurar el cargo de servir a la ciudad, contraían un compromiso sagrado y que pedía a Dios y al Santo Patrón San Lorenzo, les dieran la fe necesaria para laborar por el bien común de la ciudad.
Entre las innovaciones trascendentales, o cambios, en función de esa libertad municipal o Democracia Orgánica, figuraban el funcionamiento de seis “tenencias de alcaldía” que se razonaron de esta forma: “Cada barrio o sector tiene cualidades diferenciales, entre ellas necesidades propias y soluciones también distintas. El conocimiento de estas condiciones serán mejor conocidas con el acercamiento a ellas de una Tenencia de Alcaldía”.