Congreso Internacional de Aceite de Oliva

La calidad de nuestro aceite sigue patente, porque seguimos los olivareros con los viejos dictados de: Catón, Columela, Herrera y Plinio

Cronista de la Comarca de La Hoya de Huesca. Académico de la Real de San Luis
09 de Octubre de 2023
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Esmuir (ordeñar) la oliva
Esmuir (ordeñar) la oliva

Los pueblos de las antiguas civilizaciones ya rindieron culto al olivo y al aceite de oliva, por sus aportes en la alimentación y por su dádiva divina, además de ser leña, condimento y óleo para la lámpara, sin olvidar a Columella cuando calificó al olivo: “Olea prima ómnium arborum est”. Como también Homero que mencionaba el uso del aceite de oliva para después del baño y muy especialmente, en la purificación de cadáveres. Serán los fenicios, griegos y romanos quienes intensificaron el cultivo del olivo. Después, en el periodo del Imperio Romano, el aceite producido, no solamente bastaba para el consumo interior, sino que proporcionaba un activo comercio de exportación .

Durante la edad moderna, la producción francesa de aceite de oliva resulta escasa pero de calidad excelente. Análogamente en Italia, a partir de la unificación nacional, todas las ramas de la agricultura y de la olivicultura se intensifican, incrementando las hectáreas dedicadas al olivo y el número de olivares. Ahora bien, no olvidemos que fueron los españoles los que llevaron a las Antillas en 1520 procedentes de Sevilla, doscientas cincuenta estacas de aceitunas  y mil doscientas estacas de aceitunos, también procedentes de Sevilla, el olivo fue introducido en Méjico el año 1531, surgiendo la Ordenanza Española: “Que de aquí en adelante, todos los maestros que fueren a nuestras Indias lleve cada uno de ellos en su navío la cantidad que le pareciere de plantas e viñas e olivos, de manera que ninguno partiere sin llevar cantidad alguna”. +

Bajo el reinado de Carlos III, se incrementa el cultivo del olivo en España , para llegar al siglo XIX en el cual, el cultivo del olivo y el comercio del aceite se acrecienta notablemente, aumentando las variedades de olivo cultivadas en España cuyas denominaciones comunes según las regiones son: ”Cornicabra, Cornezuelo, Lechín, Macho, Picuda, Picudillo, Farga, Argudell, Corneta, Hojiblanco, Nevadillo, Blanco, Moradillo, Lucio, Mismera, Picholín, Ecijana, Soriana, Negrilla, Cirujal, Tachuno, Nigricans, Vero, Aragonés, etc.”.

Aceite de oliva
Aceite de oliva

Al inicio del siglo XX, España encabeza la producción de aceite que es incluso exportado a otros países productores para su mezcla o bien para la venta como origen Francés, Italiano y otros, lo cual se  venía exponiendo y denunciando durante los años el primer cuarto de siglo en los distintos Congresos que en Francia, Italia y Portugal se habían celebrado, y una vez  más España se preparaba a defender sus intereses cuando en Atenas, Grecia, del 30 de octubre al 11 de noviembre de 1930, se convoca la celebración del  Congreso Internacional de Oleicultura, con un programa que trataba de estudiar el problema olivarero en todos sus aspectos, industrial, comercialización, enfermedades e insectos que le perjudicaban, las industrias oleícolas y el comercio de sus productos, el aspecto económico de su producción y precios.

Resultaba francamente doloroso que, produciendo España la mayor cantidad y la mejor calidad de aceites de todo el mundo, este Congreso había sido convocado considerando a Francia e Italia  monopolizando la buena fama en la producción de buenos aceites, mientras que los aceites que se estaban comercializando como de estos dos países eran españoles envasados bajo etiquetas de aquellas naciones. Las protestas no tardaron en producirse y la prensa y asociaciones de agricultores olivareros alzaron su voz, máxime cuando en pocas fechas anteriores se había denunciado por España que andaban por los mercados aceites malísimos de Grecia y Turquía envasados con el epígrafe de “Aceite Español” . Esto se recogía en las páginas de “El financiero” de Madrid, “La Mañana” de Teruel, “Tierra Aragonesa” de Huesca”, finalmente, hicieron oir su voz  con su presencia en el citado Congreso de Grecia, la Asociación Nacional de Olivareros de España, Federación de Exportadores de aceite de oliva de España, mas seis asociaciones , quienes además  estaban acompañadas por la Comisión de Cámaras Oficiales de la Propiedad Rústica de España con representantes de veinte poblaciones españolas.

La calidad de nuestro aceite sigue patente, porque seguimos los olivareros con los viejos dictados de: Catón, Columela, Herrera y Plinio, que hacen bueno el dicho altoaragonés: “Pa Santa Catalina, (25 Nov.) Coge tu oliva”.

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