El Día del Estudiante en 1923

Memoria de otro tiempo: El 7 de marzo, estaba basada esta fecha en una larga tradición que pertenecía a la pura esencia de la Universidad.

Cronista de la Comarca de La Hoya de Huesca. Académico de la Real de San Luis
05 de Marzo de 2023
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El Día del Estudiante se instituyó para el 7 de marzo
El Día del Estudiante se instituyó para el 7 de marzo

Dentro de todo el proyecto y ley de la Autonomía Universitaria , programada por D. César Silió y Cortés, ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, contó con detractores en amplios sectores de la política y de la Universidad, pues siempre hubo desconfianza de que esta ambiciosa reforma, que ofrecía tan numerosas ventajas a las Universidades, fuera capaz de llegar a buen puerto. Y así fue cómo en los primeros meses  de 1922 se había generalizado un importante movimiento de descontento contra la proyectada autonomía, tomando un carácter preocupante la cuestión de la Fiesta del Estudiante, ya que se había celebrado aquel año el día 4 de febrero, pero cuando llega el nuevo curso de 1923 se habían presentado en el Ministerio dos instancias en solicitud de que se fijara una fecha única del “Dia del Estudiante” para toda España.

Así, visitaron a primeros de febrero al ministro dos comisiones de estudiantes que propusieron distintas fechas cada una de ellas, unos el 3 de febrero, otros el día 10 y finalmente se decidió fuera el 7 de marzo, ya que existía la vieja tradición en España de celebrarlo este día, tanto en el mundo universitario como en otros centros docentes. Así se formalizó la propuesta del día 7 para toda España. Día que se celebra la fiesta litúrgica de Santo Tomás de Aquino, aunque el ministro reconoció que cuando lo aprobó para celebrarlo ese día no lo había asociado con el Santo.

El ministro de Instrucción Pública pensó que unificar esta fiesta para toda España suponía una buena iniciativa, estableciendo por una Real Orden en este caso el entonces ministro D. Joaquín Salvatella Gisbert la derogación de la fecha fijada por el anterior ministro, Sr. Silió, pero en aquellos momentos la clase estudiantil se hallaba dividida en dos grupos; el que constituía la Asociación Católica, y otro que consideraba que las organizaciones escolares no debían tener carácter político ni religioso. Los primeros acordaron guardar la fiesta establecida y los segundos anunciaron su inquebrantable propósito de acudir a las aulas. Una disparidad de criterios que llegó a las aulas y se temió que si alguno  de los grupos trataba de imponerse pudieran ocurrir choques lamentables. Y así fue, pues doscientos estudiantes de varias Facultades y Escuelas se presentaron en la Universidad de Madrid pidiendo al Rectorado poderse reunir en el aula de Química, negando éste el permiso, por lo que intentaron reunirse en la escalera principal, donde sobrevino la colisión entablándose una lucha a palos y puñetazos, resultando algunos contusos.

Una comisión de estudiantes publicó al día siguiente una nota de protesta: “El espectáculo que ayer mañana se dio en la escalera de la Universidad con motivo de la llamada Fiesta del Estudiante ha sido el más reprobable de cuantos recuerda la historia de las turbulencias estudiantiles”. Ese día de Santo Tomás, a las cinco y media de la tarde en el teatro Princesa de Madrid, se celebraba una fiesta organizada por los estudiantes católicos a la que asistía S.M el Rey D. Alfonso, lo cual provocó que “El Liberal” cargara tintas en un suelto afirmando: “La orientación ideológica que preside los modernos sistemas de enseñanza estableció la neutralidad de la Escuela y de la Universidad como un postulado obligado de las teorías  mejor depuradas y de los principios más esclarecidos.  El Rey aparece asociado a la fiesta que negó oficialidad su Consejo de Ministros”.

Si esto ocurría en Madrid, lo cierto fue que en el resto de España, sin problema alguno, se celebró el 7 de marzo Santo Tomás, el Dia del Estudiante, buena prueba la dio Huesca, donde los profesores y estudiantes lo celebraron con diferentes actos, si bien, por la anulación con la Real Orden, en el Instituto y Normales se tuvieron clases hasta la hora de las actividades que se habían programado. Así, a las diez y media se celebró la función religiosa en la iglesia de  Santo Domingo y San Martin, acudiendo los claustros de Instituto,  Seminario y ambas Normales. Tras la celebración religiosa en la que se recordó a Santo Tomás como patrón, se celebró un interesante partido de futbol entre el Huesca Futbol Club infantil y la selección Normal de Maestros, resultando vencedor en el Mach por un Goal el Infantil. Por la tarde en el Seminario Conciliar tenía lugar una velada que resultó un gran éxito.

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