"Excelencia de la limosna desde la Sertoriana"

Consuelo de pobres es obra de madurez y fruto de las tareas de Aguirre ligadas a la caridad y sostenimiento de los pobres como arcediano

Bizén d'o Río, San Lorenzo, blanco y verde y albahaca. La oración va por dentro
Studiosi pro Universitate Sertoriana
08 de Mayo de 2023
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Portada de Consuelo de pobres. La excelencia de la limosna en la Sertoriana
Portada de Consuelo de pobres. La excelencia de la limosna en la Sertoriana

Nacido en la Ciudad de Calatayud el 19 de diciembre de 1633, Dn. Matías de Aguirre del Pozo y Felices, quien desde muy temprana edad se sintió inclinado hacia el estudio y cultivo de las bellas letras, escribió algunas poesías líricas y comedias, de las cuales llegó a incluir varias en la curiosa publicación Navidad de Zaragoza, repartida en cuatro noches, El engaño en el vestido, La Industria contra el peligro, Cómo se engaña el demonio y El Príncipe de su estrella. Dedica la primera a Don Jaime Juan Viota, y Suelves, la segunda, a Don Antonio de Urriés, Señor de Nisano, la tercera a Don Fernando Antonio de Sayas, Pedroso y Zapata, Caballerizo de su Magestad y Comisario General del Reino de Aragón, y la cuarta, a Don Antonio Pérez de Pomar, Liñán, Fernández y Heredia, Barón de Sigüés y Mayorazgo del Condado de Contamina y Señorío de Cetina.

Obra de 389 páginas que se imprimía en Zaragoza el año de 1654, es fruto de sus vivencias de juventud y de la participación muy activa que tuvo en la vida académica y literaria de la Zaragoza donde había residido. No es de extrañar, entonces, siendo relatos algunos verídicos, que en la “noche tercera” narre y refleje de una forma diáfana su huída de Zaragoza, en la que estaba disminuyendo la epidemia de peste, en 1651-1652, hacia Calatayud. No mucho después se encaminó a la ciudad de Huesca, en la que el día 31 de octubre de 1652 celebraba matrimonio con Dña Vicencia de Assin y Viota, hija del Doctor Jerónimo de Assin.

Por cierto, acerca de esta obra ha existido un grave error a partir de los trabajos de Nicolás Antonio, Bibliotheca Hispano Nova sive Hispanorum Scriptorum, seguido por Félix Latassa en Biblioteca nueva de escritores aragoneses, y por Ricardo del Arco y otros que dieron por buena la lectura de la edición de esta obra en el año 1634, atribuyendo la autoría a su padre D. Matias de Aguirre y Sebastián. Pero, en realidad el autor fue Matías Aguirre hijo y el año de publicación 1654 y no 1634.

Aguirre, instalado definitivamente en la ciudad oscense, tomaría los hábitos para dedicarse a las labores eclesiásticas, tras el fallecimiento de su esposa Dña Vicencia, ocurrida el 4 de marzo de 1660. En 1664 ya ostentaba la dignidad de Arcediano de las Valles de la Seo de Huesca, y sabemos que era Rector de su Universidad a fecha de 20 de octubre, según se indica en los prolegómenos de su segundo libro, Consuelo de pobres y remedio de ricos, publicado por Juan Francisco Larumbe dicho año.

Consuelo de pobres es obra de madurez y fruto de las tareas de Aguirre ligadas a la caridad y sostenimiento de los pobres como arcediano. Se trata de un trabajo dividido en tres partes, en las que se prueba la excelencia de la limosna, obra original del entonces Rector de la citada Universidad, que dedicaba a Don Guillem de Moncada, Marqués de Aytona. Tras la Censura, favorable, firmada por el Padre Maestro Fray Joseph Abad, Definidor de la Orden de Nuestra Señora de La Merced y Catedrático de Prima de la Universidad de Huesca, exponía Aguirre: “Es tan excelente y glorioso el nombre de Limosna, que sólo sus efectos suavizarán los humanos corazones, pues así el que la recibe, como el que la distribuye, queda con ella tan gozoso, tan alegre, que parece comunicar su alma a los sentidos externos en mensurados ritos, el interior regocijo, el júbilo apacible, que glorioso posee. No es la limosna de la especie de la dádiva; que aquella, aunque va con la generosidad acompañada, suaviza la voluntad del que la ofrece como de ordinario va mezclada con apetito de retorno, o con la esperanza de temporal granjeo, quedando viciada e impura; y así aunque en el actual desapego, se ostentó al afecto dulce, a la venidera consideración, cuando se halla falta de su antojo, o cuando teme contingente la recompensa, hiere agudamente el alma, y entre amarguras de pensamientos molestos, se engendra en el corazón una melancólica desconfianza, que atenta el gusto, y atormenta a la misma generosidad y como de ordinario, la dádiva galante, sucédele corresponder el olvido villano, el rústico desapego, y tal vez el alevoso agravio”.

Viudo y Ordenado de Evangelio, trabajó en la parroquia de San Pedro el Viejo de Huesca, iglesia en la que Fray Joseph Abad había fundado la Santa Escuela de Cristo en 1658, desde donde desempeñó la labor de predicador y misión. Tras ser nombrado Predicador Ordinario de la Pascua de la Cuaresma, se desplazó en misión a diferentes localidades, en Huesca a la Villa de Ayerbe, que sepamos, y, posteriormente, a San Sebastián y otros puntos de la provincia de Guipúzcoa también en labores de misión. Durante uno de estos viajes cayó gravemente enfermo, para fallecer en Pamplona en 1670.

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