Facultades y cátedras de la Universidad en sus últimos años

La Universidad Sertoriana hizo hasta el final un esfuerzo, digno de su histórica trayectoria académica como universidad pionera y referente en las artes y las ciencias en España

Laura Alins Rami
Studiosi pro Universitate Sertoriana
03 de Diciembre de 2023
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Patio de la Universidad Sertoriana
Patio de la Universidad Sertoriana

En esta época la Universidad de Huesca tenía todas las facultades que contemplaba el Plan de estudios en vigor, excepto la de Medicina, suprimida en 1824: las tres Facultades mayores de Teología, Leyes y Cánones y la menor de Filosofía.

Los cuadernos de salarios del Fondo de la Universidad nos descubren, además de los salarios, las diversas cátedras de cada Facultad en los distintos cursos académicos. Aunque nos falta algún dato en determinados cursos y los límites de este artículo nos obligan a la brevedad, presentamos una panorámica que pueda dar al interesado una idea muy general  de la organización académica de la Escuela en los últimos tiempos.

De acuerdo a la Ley Calomarde, imperante desde 1824, y para mejor comprender cuanto vamos a exponer, recordamos que las cátedras de las Facultades Mayores eran de Ingreso, Ascenso y Término (según se cursaran, respectivamente,  en los tres o cuatro primeros años de facultad, en los años intermedios, o en el último). De Ingreso eran las cuatro cátedras de Instituciones Teológicas, las tres de Instituciones de Leyes, las dos de Instituciones Canónicas y las cuatro de Instituciones Médicas. Las cátedras de Ascenso en Teología eran dos, la de Moral y la de Escritura; en Leyes otras dos, Digesto Romano-hispano y Práctica forense; y en Cánones, la de Decretales. La cátedra de Término en Teología era la de Historia y Disciplina General de la Iglesia, de asistencia común a teólogos y canonistas en el séptimo año; en Leyes la de Recopilación; en Cánones la de Historia y Disciplina particular de España, también común para teólogos y canonistas.

De 1832 a 1836 en Huesca, la Facultad de Teología  disponía de una cátedra de Término, dos de Ascenso y cuatro de Instituciones, una de ellas con Moderantia. En la Facultad de Cánones, una cátedra de Término, otra de Ascenso y dos de Instituciones, una con Moderantia. Para la Facultad de Leyes, una de Término, dos de Ascenso y tres de Instituciones, una de ellas con Moderantia. En la Facultad de Filosofía había tres cátedras de Instituciones, una con Moderantia; en los demás cursos escolares las tres cátedras de Filosofía, y no sólo una,  se completaron con la Moderantia.

Las Moderantias eran clases complementarias impartidas en  las llamadas academias dominicales, bajo la dirección del catedrático moderante, que solía ser el de la misma cátedra a la que estaba adjunta la Moderantia. La primera parte de la academia era una disertación latina de un bachiller sobre una proposición de Instituciones Teológicas; la segunda parte era un ejercicio de defensa dirigido por un bachiller, y, finalmente, se dedicaba media hora para que los cursantes de los últimos cursos interrogasen a los de 1º y 2º sobre temas designados previamente por el moderante. En Huesca, después del Plan de 1836 y de los proyectos de 1838 y 1841, se siguieron conservando las academias y gozaban de gran relevancia.

En el curso 1842-43, las Facultades de Cánones y Leyes se unificaron para dar lugar a la de Jurisprudencia, con sus cinco cátedras de Instituciones, una de Ascenso y dos de Término. La Facultad de Teología continuó con tres cátedras de Instituciones y la de Ascenso, que pudo quedar vacante. La Facultad de Filosofía (preliminar a las facultades mayores, y en la que necesariamente debían cursarse tres años para recibir el grado de bachiller) contaba con las cátedras de Humanidades y Rudimentos de Latinidad y la de Moderantia de Oratoria; ésta última se perdió en el curso 1836-37, y las dos anteriores coexistieron hasta el último curso que tenemos datos al respecto, 1842-43.

Señalar que en el año 1832-33 se retribuyeron también cuatro cátedras de Medicina (Facultad suprimida en 1824) y, a partir de este curso hasta 1836-37, las de los catedráticos Domingo Benedet, Causada (dudamos si José o Antonio) y Vicente Cotens. Estos catedráticos fueron declarados “impuros”, tachados de liberales y separados de sus cátedras en 1823, tras concluir el Trienio Liberal y volver al absoluto Fernando VII. Años después, cuando quedaron “purificados”, fueron repuestos en sus cátedras, aunque de manera teórica, pues éstas ya habían sido suprimidas. Posiblemente se les asignó esta compensación económica durante unos años.

Cada curso de cada facultad tenía un nombre alusivo al contenido y materia del mismo y era impartido por un profesor. Veámoslo en las distintas facultades oscenses para el año escolar 1836-37.

En Filosofía el Primer curso se llamó de “Elementos de Matemáticas, Lógica, Gramática general y Geometría aplicada al dibujo lineal”; Segundo: “Matemáticas, Física experimental, Nociones de Química, Geografía, Matemáticas y Física”, y el Tercero: “Filosofía moral y Fundamentos de Religión, Historia y Literatura.

Las carreras de Leyes, Teología y Cánones se hacían en siete años, hasta el grado de licenciado; tras el cual se podía optar, sufriendo un examen, al de doctor. Con los cuatro primeros cursos se obtenía el título de bachiller en Leyes, o Teología.

Estos fueron los 7 cursos de la Facultad de Leyes: en Primero, Instituciones civiles, Derecho natural y de gentes y Principios de Legislación universal; en Segundo, Instituciones civiles, Elementos de Derecho romano y Principios de Derecho público general; en Tercero, Derecho español, Derecho natural y de gentes y Principios de Legislación universal; en Cuarto, Elementos del Derecho público civil y criminal de España y Jurisprudencia mercantil; en Quinto, Digesto romano hispano y Oratoria, Derecho público,  civil y criminal de España y Jurisprudencia mercantil; en Sexto, Economía política y práctica; en Séptimo, Novísima Recopilación, Práctica forense;  en Octavo, Práctica forense; Academias. Este octavo curso no aparece todos los años y posiblemente no fuera obligatorio y pudiera suplirse con las Academias o Moderantias.

En la Facultad de Teología, los cuatro primeros cursos se dedicaban a Instituciones Teológicas (Ingreso), el quinto y sexto a Moral y Escritura (cátedras de Ascenso) y el séptimo y último era de Historia y Disciplina general de la Iglesia (Término).

En cuanto a la carrera de Cánones, los cuatro primeros cursos (Instituciones – cátedras de Ingreso-) eran los mismos que los de Leyes, en cuyas cátedras se estudiaban. Concluidos los cuatro primeros años los canonistas obtenían el grado de Bachiller en Leyes. Para graduarse en Cánones se impartían estos cursos en la Facultad de Cánones de Huesca: Cuarto o Primero de Instituciones canónicas, Quinto o Segundo de Instituciones canónicas, Sexto o Decretales, Séptimo o Novísima Recopilación e Historia y Disciplina particular de España, o Séptimo de Cánones y Teología (común a ambas facultades)

Las clases se impartían en 8 aulas, además de la sala de los Consejos, donde se reunían los cursos superiores de Leyes, y “el cuarto debajo de la escalera” para los alumnos de 7º de Teología y Cánones.

A los graduados de bachiller en cualquier Facultad Mayor no se les exigía el bachiller en Filosofía para opositar a Humanidades y Lengua, pero para recibir la jubilación, al igual que los catedráticos de instituciones que no fueran licenciados, debían de graduarse de licenciado o doctor.

La Universidad Sertoriana hizo hasta el final un esfuerzo, digno de su histórica trayectoria académica como universidad pionera y referente en las artes y las ciencias en España, para seguir ofreciendo un programa de estudios completo, exigente y perfectamente adaptado a la normativa vigente y a los textos propios de la época.

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