José de Viu y Moreu y sus “Aventuras de una Peseta”, un sertoriano introductor de la “It-fiction”

El autor en esta obra se sirve del artificio del movimiento para entrelazar los distintos episodios de la trama narrativa

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Studiosi pro Universitate Sertoriana
26 de Junio de 2023
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Moneda de una peseta
Moneda de una peseta

A mediados del siglo XVIII, concretamente a partir de1750, se comenzó en la literatura inglesa a incluir una serie de obras en prosa protagonizadas por objetos o animales. En torno a ellos, giraban las múltiples historias que entretejían el relato, fue una corriente literaria que emergió con mucha fuerza, y que pasó a Francia y España, siendo bautizada por la crítica como “It–fiction”. Comprendía biografías, autobiografías y memorias de carácter ficcional cuyos protagonistas son animales y objetos de todo tipo, los cuales, revestidos de autoridad, reivindican el derecho a tener voz propia, incluso a ser cronistas o historiadores de sus vidas.

Una de las obras canónicas de la “It-fiction” fue “Aventuras de una Peseta” que marcó unas pautas específicas que imitarían otras literaturas europeas. Lo que inicialmente parecía una anomalía, donde objetos animados, se convertía en virtud del aparato narrativo de este autor y de la antropología imaginaria, en una variante novelesca. Esto se lo debemos a un altoaragonés, José de Viu y Moreu, nacido el cinco de junio de 1795 en Torla, de la provincia de Huesca, donde reside hasta 1813, cuando con 18 años es alistado en el Regimiento de Caballería de Cazadores de Navarra para asistir a los últimos momentos de la Guerra de la Independencia Española. Concluida la contienda, se gradúa de Bachiller de Leyes en la Universidad Sertoriana de Huesca, obteniendo una beca por oposición para seguir estudiando en su Colegio Imperial Mayor de Santiago. Así, en 1816 se gradúa de Licenciado y de Doctor en Leyes en la Universidad de Huesca. Durante unos años ejerce de abogado en la ciudad oscense y consigue la Cátedra de Derecho Romano en el mismo Colegio donde estudió, aunque acaba estableciéndose como abogado en la ciudad de Jaca en 1818. Dos años después es  nombrado por Fernando VII Juez de Primera Instancia en Cáceres.

En el Madrid del año 1832 es cuando publica “Aventuras de una Peseta”, con el laconismo forzado de esta nueva forma de literatura, la It-ficción. A propósito de este texto de Viu, explicaba el “Diario de Sevilla” del 3 de mayo de ese mismo año: “Con desconfianza comenzamos a leer, pero en verdad, que volvíamos una hoja, una más y otra más, nos encantaba la gracia, buena crítica y moralidad que embellecen esta obra singular, en la que tanto se resalta un conocimiento exacto de la actual sociedad, no menos en lo político que en lo moral, no dudamos en afirmar, que en esta obra se ha propuesto el autor corregir las costumbres, pero no con consejos solo, sino del modo más obvio, más grato y más sencillo, un libro, que a los unos les señalará el camino de la vida, y ahorrará a los otros el aconsejar por si propios a sus hijos”.

La primera pieza que se apareció con la inscripción peseta se acuñó en Barcelona en 1808, durante la dominación napoleónica. Posteriormente, tras la coronación de Isabel II como reina de España, durante los años 1836 y 1837, volvieron a acuñarse monedas con la inscripción del término peseta; con ellas pagó la reina a las tropas institucionales que lucharon en la primera guerra carlista en favor de su causa. Años más tarde, el 19 de octubre de 1868, el ministro de Hacienda del Gobierno Provisional del general Serrano, D. Laureano Figuerola, firmó el Decreto por el que se implantaba la peseta como unidad monetaria nacional, sustituyendo al escudo.

Libro de Aventuras de una peseta
Libro de Aventuras de una peseta

El autor en esta obra se sirve del artificio del movimiento para entrelazar los distintos episodios de la trama narrativa. Así, habla una peseta de Luis I de España ante el Congreso Numismático, y dice: “El papel que hago en este lugar es casi insignificante; yo creo que solo figuro aquí porque no sufra interrupción la serie de los últimos reyes de España. El reinado que presento duró meses; fue un meteoro, y por cierto poco luminoso; de consiguiente no tengo voz en ninguna de las grandes cuestiones que os oigo agitar. En cambio podré hablar de mis ocurrencias particulares, descendiendo a los pormenores del trato común”. Prosigue con sus narraciones para terminar haciendo un balance en el cual reconoce que en su agitada vida de 117 años, por mediación de esa peseta, “se celebraron cuatrocientas sesenta misas, tres mil ajustes amorosos, cuatrocientas borracheras con camorra, cien sin ella, cuatro mil partidas de juego, asistió a doce acciones de guerra, fue robada mil veces, objeto de cien estafas, y se halló en más de seiscientas bodas y bautizos, además de ciento veinte rifas”.

José de Viu y Moreu iniciaba en 1842 en España, con su Aventuras de una Peseta, una forma de historia ficcional que sería seguida un año después, 1843, por su “Historia de un Peso Duro”; así como “Las ferias de Madrid” de Neira de Mosquera, en 1845; los artículos “Costumbres” de Godoy, publicados en 1845; los ”Relatos” de Areiza, en 1847; a los que siguió “Historia de un esqueleto” de Fernández y González, en 1858. Mucho después, sería retomada esta forma literaria con “las Aventuras” de Julio Camba, publicadas en 1923, “Aventuras” que completaban, mucho después, a todas las demás citadas, en la conformación de una nueva forma de historia ficcional que dio en llamarse “It-fiction”.

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