De la prometida Fuente del Ibón... hace ya 38 años

Federico Balaguer denunció que se hubiera podido salvar si los diseñadores del Plan de Urbanismo hubieran conocido más la ciudad

Cronista de la Comarca de La Hoya de Huesca. Académico de la Real de San Luis
16 de Octubre de 2022
Guardar
La ya vieja promesa de la Fuente del Ibón
La ya vieja promesa de la Fuente del Ibón

Cuando las sequías nos hacen plantearnos una nueva cultura del agua, cuando vemos que un hermoso capitel cambia la fisonomía del callejero, cuando vemos que faltan detalles que identifiquen y recuerden nuestra historia no sólo al visitante, sino a los mismos ciudadanos, pensamos en la vieja fuente quizá porque nos la recuerda felizmente una jota, pero aquella antigua fuente del Ibón demolida en la década de los cincuenta, en aras de una remodelación urbana quedó reducida a escombros en nombre del desarrollo de la ciudad, ya que  Huesca crecía y en virtud del Plan Larrodera, y  fue la fuente sepultada  sobre la cual se trazó una calle. Cierto es que no faltaron las protestas de los ciudadanos que se negaban a que esta fuente que había abastecido a la ciudad durante siglos desapareciera a la vez que la Fuente del Ángel, ambas las más antiguas de la ciudad. Cierto es también que se salvó el escudo, aunque muy desgastado, que lucía sobre el frontal de su nicho, realizado en alabastro, consistente en dos genios o ángeles que sostenían una cartela que tenía el emblema antiguo de la ciudad, es decir, un lienzo de muralla, una puerta y dos torreones a cada lado de ella y encima una muesca  sobre los caños que vertían el agua, llevándose a las dependencias municipales. Cierto es que años después se instaló una fuente con el mismo nombre en el parque, haciendo ver que era un acto de recuerdo, yo diría que en  desagravio a la decisión adoptada, a la vez que era dado su nombre a una calle.

Se alzó entre todas la voz del cronista de la ciudad, Federico Balaguer, señalando que la fuente se hubiera podido salvar si los diseñadores del Plan de Urbanismo hubieran conocido más la ciudad, pero que habían estado poco y  desde la distancia fue muy fácil trazar nuevas vías y no se molestaron en escuchar y hacer una remodelación de los planos.

Fuente del Ibon
Fuente del Ibón

El Ayuntamiento, estudiando treinta años después la posibilidad de remodelar para devolver el aspecto tradicional de algunos rincones entrañables de la ciudad, a pesar de que en algunos ya era totalmente imposible, en enero de 1984 lanzaba a los cuatro vientos la noticia de que se reconstruiría la Fuente del Ibón en el solar del ferial de Menendez Pidal. (Vid N.E. 8 enero 1984) Claro que solamente sería su estructura, puesto que, el manantial del que procedían sus aguas, de reconocida fama entre los habitantes de la zona y de muchas gentes oscenses que se acercaron durante siglos a llenar sus cántaros y botijos, estaba desaparecido.

De esta Fuente sabemos que si bien se encontraba junto al antiguo paso a nivel del ferrocarril en la carretera de Zaragoza, su manantial estaba situado un poco más lejos y llegaban sus aguas por antigua conducción de piedras hasta llegar a su bóveda y hacer en ella la decantación. Esta fuente que ya era citada como antigua en el siglo XV, parece ser que reconstruida en 1552 con la misma forma de la anterior que según crónicas era de igual aspecto. Posteriormente, en 1726 se hizo una reparación en la caja de decantación y cajeros conductos del manantial a cargo del maestro albañil Aguirre.

Tras numerosas reparaciones  llevadas a cabo en los comienzos del siglo XIX, el Ayuntamiento, analizando sus aguas, las declararon no aptas para el consumo, influenciadas por la gran cantidad de huertas que el entorno del manantial existían y que podían llegar a contaminarlas, a tal efecto, resolvió traer el agua de San Julián de Banzo para el abastecimiento de la ciudad. Claro que  esto no llegó a efecto hasta finales de aquél siglo, siendo el 23 de febrero de 1884 cuando tras un acuerdo municipal  quedaba aprobada la instalación de ocho fuentes en la ciudad para abastecer a sus vecinos, quedando instaladas entre 1885 y 1886 las fuentes de la plaza de la Catedral, plaza de San Victorián, San Pedro, San Lorenzo, Santo Domingo, Lizana, Temple y plaza del Justicia. Muchas de ellas en el recuerdo de los oscenses, si bien siempre hubo una de especial preferencia, “La Fuente del Ibón”, esa que nos prometieron reconstruir hace treinta  y ocho años en un solar en el que hasta ahora no se había hecho nada, y en el cual se está empezando a trabajar,  ¿Llegará por fin esta reconstrucción?, o bien, ¿Seguirán cantando los oscenses a las niñas bonitas que van por agua al Ibon? Sin saber por qué.

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante