Oración a San Bartolomé (Alto Aragón)
San Bartolomé se levantó,
Pies y manos se lavó,
Con Jesucristo se encontró.
¿Dónde vas, Bartolomé?
Señor, contigo iré.
Si conmigo vienes,
Un don te daré:
En la casa que tres veces
seas nombrado,
no caiga centella o rayo,
ni mujer muera de parto,
ni criatura de espanto,
ni labrador en el campo.
Amén. (Recitar tres veces)
En este texto u oración, San Bartolomé es el personaje central, dado que la oración le está dirigida y de su intercesión, de su mano, tenemos que recoger la gracia, que es otorgada por el Señor. El Evangelio menciona a San Bartolomé como el sexto de los Apóstoles. Seis es la mitad de doce, es pues, el centro, el equilibrio del colegio apostólico. El número seis se representa por un hexágono estrellado, precisamente el signo de Salomón, también usado como escudo de David, el emblema de Israel. Si tratamos de analizar este hexágono estrellado, veremos que está formado por el triángulo en pie, como símbolo de la esencia divina de Cristo y el triángulo invertido de su esencia humana, por lo tanto, la suma de los dos, nos da como resultado la estrella. Ateniéndonos pues a este simbolismo, veremos cómo San Bartolomé es un elegido.
Poco sabemos de su vida. Nos dicen que nació en Galilea y que era pescador o campesino. En aquellos tiempos en que predominaba la economía familiar, bien puede ser que fuera ambas cosas. De su nombre sabemos que “Bar” en hebreo o arameo quiere decir “hijo de”, o sea que era hijo de Tolomeo, y Tolomeo es precisamente el que detiene las aguas. Predicó en Mesopotamia, Persia, Frigia, Egipto y en Armenia, donde cuentan las crónicas, convirtió al cristianismo al rey Polemio, perro será perseguido por el hermano del rey, Astiages, siendo martirizado varias veces : desollado vivo, crucificado y decapitado, en el año 71 de nuestra era. Sus restos entre otros muchos, se harían visibles al desprender una gran luminosidad sus huesos. Motivo este para que San Denís aeropagita escribiera al obispo de Efeso diciendo que “San Bartolomé estaba iluminado de una luz sobrenatural y divina”. Por otra parte, San José el himnógrafo, en una alabanza a San Bartolomé dice: “Te saludamos, ¡oh, Bartolomé! Relámpago de la gran tormenta, tú que brillas ante los ojos del mundo en toda la circunferencia de los cielos”.
Todo lo que acabamos de citar nos presenta a San Bartolomé como un gran resplandor, la luz divina y sobrenatural, el relámpago de la tormenta y el Señor del Viento. Por ello, no es de extrañar que se le rezara y hasta no hace mucho, hiciera y deshiciera en Aragón, el rayo, la centella, el maligno granizo.
Jesucristo inviste pues a Bartolomé de la facultad de alejar la centella o el rayo para que la muerte no alcance a la mujer embarazada, al labrador en la soledad y desamparo del campo, como también al niño espantado de la tormenta.
El hombre, vulnerable a estos fenómenos, tiene la defensa con rezar a san Bartolomé; pero, para que la oración tenga efecto, ha de repetirse tres veces. Aquí nos encontramos con otro símbolo: el tres. Universalmente es un número fundamental. Expresa el orden intelectual y espiritual del Cosmos. Es la concentración de la unidad divina para el cristiano, pues Dios es uno y tres personas.
San Bartolomé en el Altoaragón
Topónimo San Bartolomé.-
Ayerbe, Bespén, Botaya, Candasnos, Grañén, Graus, Martes, Piedrafita, Secorum, Velillas
Acequia de San Bartolomé.-
Altorricón
Barranco de San Bartolomé.-
Acumuer, Gurrea de Gállego
Collado de San Bartolomé.-
Calasanz
Ermita de San Bartolomé.-
Alcalá de Gurrea, Arbués, Bentué, Bergua, Bescós, Bonanza, Botaya, Cajigar, Calasanz, Castiello, Cortillas, Coscullano, Fraga, Gavín, Morrano, Navasa, Santa Eulalia la Mayor, Tamarite, Velillas
Iglesia de San Bartolomé.-
Acín, Altorricón, Aquilué, Coscojuela de Sobrarbe, Escuer, Fiscal, Gésera, Guasa, Lascasas.
Fiestas patronales
Alcalá de Gurrea, Altorricón, Bolea, Fraella, Lascasas,Murillo de Gállego, Senés de Alcubierre, Velillas.