De la Sertoriana a Potosí, Victorián de Villava y Aibar

Sus argumentos eran morales, pero también políticos, pues se oponía a la dominación esclavista de los trabajadores

Bizén d'o Río, San Lorenzo, blanco y verde y albahaca. La oración va por dentro
Studiosi pro Universitate Sertoriana
12 de Marzo de 2023
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Ilustración del Cerro de Potosí
Ilustración del Cerro de Potosí

Sus diferentes biógrafos lo hacen nacido en Zaragoza y otros en Huesca, el día 13 de enero de 1747. Hijo de Joaquín Antonio Villava, quien fuera abogado, alcalde del Crimen y oidor de la Real Audiencia de Aragón durante treinta años, no es de extrañar, pues, que muy tempranamente decidiera seguir los pasos familiares iniciándose en el estudio de las leyes precisamente en la Universidad de Huesca, donde su tío Miguel de Villava había sido catedrático. Así, en la Sertoriana Universidad estudió derecho y se graduó como Bachiller en el año 1767 y en Cánones en 1772, donde fue además colegial de San Vicente Mártir hasta 1783. En Huesca, tras licenciarse, ejerció de profesor de Instituta y Digesto Viejo mientras era opositor a distintas cátedras. Finalmente, fue nombrado catedrático de Código en 1777, y en 1785 figuraba, tras oposición, como rector de esta Universidad de Huesca.

En estos años desarrollará una gran actividad participando en la vida intelectual de la ciudad y será miembro fundador de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País en la que establecería la Cátedra de Economía Civil y Comercio. Es desde ella donde promueve el pensamiento ilustrado, trabajando además en la traducción y corrección del trabajo del italiano Antonio Genovesi, catedrático en Nápoles, el cual verá la luz como Lecciones de Comercio o bien de economía civil, en 1785. Se hará eco de su publicación “El Mercurio de España”, indicando que puede adquirirse en la casa de la Viuda de Ibarra en Madrid y en Zaragoza en la de Monge.

Nombrado Fiscal de la Audiencia de Charcas en 1789, zarparía de Cádiz con su esposa, la oscense doña Dorotea Eltil, hacia Buenos Aires, donde pasó un año, e hizo juicio de residencia al virrey a quien encontró culpable de algunos cargos. Fue recibido en Charcas como fiscal el 9 de julio de 1791 y trasladado a la Audiencia de Lima, donde escribiría su Discurso sobre la Mita de Potosí, que, finalizado en 1793, circularía de forma manuscrita. En este hacía un profundo estudio de la minería y la sociedad, centrándose en el gremio de Azogueros de Potosí, en su composición, el origen de sus miembros, sus inquietudes, los problemas a los que se enfrentaban con los funcionarios españoles, pero también enunciaba los esfuerzos que los últimos gobernadores habían realizado para lograr la reforma del gremio, a la vez que enfocaba los esfuerzos necesarios para obtener un incremento en la producción argentífera del centro minero.

Proponía Villava un mercado seguro para la plata producida, créditos accesibles, mercurio en abundancia a precios razonables, un sistema de desagüe adecuado para las minas anegadas y agua acopiada en cantidad suficiente para asegurar el funcionamiento continuo de los ingenios potosinos, pues todos estos factores consideraba que eran cruciales para la recuperación de Potosí, y, además, en su Discurso organizaba su exposición en cuatro argumentos. En el primero, negaba el carácter público de las minas de Potosí, señalando que los indios no recibían beneficios; en el segundo, hacía hincapié en que, aunque el trabajo de las minas pudiera considerarse público, ello no daba ningún derecho a forzar a los indios; en el tercero negaba que los indígenas fueran indolentes; y, por último, criticaba la noción de que se les tuviera que forzar a trabajar, ya que consideraba que ello no era otra cosa que una forma de maltrato encubierto. Sus argumentos eran morales, pero también políticos, pues se oponía a la dominación esclavista de los trabajadores, porque la ausencia de libertades civiles reguladas impedía la construcción de una ciudadanía iberoamericana y erosionaba la legitimidad del imperio. Sus posturas, le costaron a Villava bastantes enfrentamientos legales con el gobernador de Potosí, Francisco de Paula Sanz, ya que este defendía la “mita” como una obligación a la que debían prestar servicio los indios.

Otro trabajo de Victorian de Villava son los Apuntes para una reforma de España sin trastorno del Gobierno Monárquico ni de la Religión, los cuales circularon como manuscritos desde 1797 hasta que en 1822 fueron impresos y publicados. Se trataba de un trabajo que fue escrito pensando en las trasformaciones y debates que iniciaba la Revolución Francesa, y todo el texto es un conjunto de propuestas para una reforma constitucional de la Monarquía, tratando de algún forma de prever situaciones radicales como las que habían sucedido en Francia en 1789 y 1792, dividiéndose en dos partes este trabajo. De la Constitución del Estado y Consejo Supremo de la Nación”. En la primera recogía su programa jurídico y en la segunda parte abordaba los fundamentos cristianos de su proyecto.

Se retiró el 1 de agosto de 1800 y no volvió a España, muriendo en La Plata el 11 de mayo de 1802. Este aragonés aunaba las inquietudes de los ilustrados españoles con una perspectiva americana. A decir de todos sus biógrafos, sus propuestas reformistas demostraron el influjo de la economía política en la construcción de un pensamiento constitucionalista, que desde luego, acabaría por expresarse plenamente en las Cortes de Cádiz de 1812.

* Potosí: La montaña de plata que convirtió en imperio a España y en esclavos a los indígenas desde mediados del s. XVI al s. XVII.

* Mita o Mit’a: voz quechua, mina.

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