En plena ebullición de las Fiestas Laurentinas del año 1955 hizo su presentación a la sociedad altoaragonesa el que venía a ser un automóvil utilitario que sorprendía a todos los oscenses. Era el “Biscuter Voisin-Autonacional”, que llegó de la mano del altoaragonés José Lacort Muzas y del piloto automovilístico internacional Francisco Godia Sales. Se trataba de un pequeño automóvil que el ingeniero aeronáutico francés Gabriel Voisin había ya presentado en el salón de París de 1949. Era un pequeño o reducido coche de dos plazas y carrocería de aluminio, en suma, un “microcoche” que montaba un motor de 125 c.c. recibiendo en aquellas fechas más de 1000 solicitudes pero que un estudio de mercado desaconsejó su fabricación, por lo cual quedaría el proyecto en el olvido, si bien un grupo de empresarios catalanes que lo consideraron interesante para España, lograban finalmente hacerse con la patente.
En el año 1953 se creaba la empresa “Autonacional” encargada de su fabricación, aunque fue necesario hacer algunas variaciones sobre el proyecto original que desde luego fueron supervisadas por el inventor Mr. Voisin que se desplazó a Barcelona para la supervisión y que fue probado este vehículo por el As del automovilismo Juan Manuel Fangio, quien fuera campeón mundial de automovilismo, quien tras la prueba manifestó a la prensa: “El gran triunfo del Biscuter está en la valentía de los constructores a subordinar su aspecto exterior a unas soluciones mecánicas de primerísimo orden desconocidas hasta ahora en esta clase de monturas”, presentándose en la Feria de Muestras de Barcelona de 1953, obteniendo una buena acogida, de tal forma, provocando que la empresa comenzara a producir a gran escala el que vino a llamarse “Biscuter 100” que salía con un motor Hispano Villiers de 197 c.c. y 9 CV de potencia, monocilíndrico de dos tiempos, con refrigeración mixta por aire en el cuerpo y por aceite en la culata, su dirección era de cremallera y tenía carrocería monocasco de duro-aluminio cubierta por capota de lona, suspensión telehidráulica independiente en cada rueda, constituyendo un peso total de 240 kilos, y una dimensión de 2,56 m. de largo, alcanzando una velocidad punta de 76 Km/hora, con un consumo de 4,5 litros a los 100, pudiendo optarse al comprar, a la opción de puertas, también de lona con ventana, un vehículo que carecía de marcha atrás.
El año de 1955 apareció la versión “Biscuter 200ª” con algunas modificaciones estéticas y que montaba la pesada carrocería de chapa de acero que elevó su peso hasta los 250 kilos, pero esta versión ya incorporaba la marcha atrás gracias a un inversor de marcha que invertía el sentido de giro del motor, lo que permitía tener tantas marchas adelante como hacia atrás, era esta una particular transmisión, que sería sustituida en las últimas versiones por una caja convencional de cambios de tres velocidades y marcha atrás.
Se presentó este vehículo en la ciudad de Huesca con un gran respaldo informativo y gran expectación, al llegar una de las unidades participante en la prueba que se acababa de celebrar bajo control notarial, en la que 12 unidades habían puesto en práctica un programa experimental con el rodaje durante seis días y seis noches en el circuito Mataro-Vilasar-Argentona-Mataro, en el que habían rodado y se pudo certificar, lo habían hecho a una velocidad media superior a los 45 kilómetros por hora y con un consumo de 4,2 litros a los 100 kilómetros, terminando brillantemente la prueba sin que ninguno de los vehículos “Voisin-Biscuter” tuviera que ser reparado. Toda una garantía que se exponía a los oscenses con el adelanto de que podían hacer sus peticiones de reserva, pues a partir de 1º de agosto la fabricación había entrado en las 12 unidades día.
Había llamado la atención al abrir la cabalgata pregón el dia 9 de agosto en nuestra ciudad, como también al pasar por el Coso camino de la plaza de Toros, luego llegó la presentación oficial el día 11 y a continuación comenzaron a producirse bastantes solicitudes de compra.