El Cuarteto de Saxofones Ciudad de Sabiñánigo visita Cuba: "Nos han tratado como a estrellas"

En su segunda visita a la isla han estado acompañados por el Quinteto Arsis

Juan Emilio Estil·les
11 de Abril de 2024
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El Cuarteto de Saxofones Ciudad de Sabiñánigo interpreta Czardas (Vittorio Monti) en el Centro Nacional de Música de Conciertos de La Habana.

El Cuarteto de Saxofones Ciudad de Sabiñánigo ha visitado Cuba por segunda vez. Acompañados por el Quinteto Arsis han actuado en diversos medios y en los principales escenarios de la Isla. Entrevistamos a Javier Martínez Lardiés, saxofonista barítono y líder de la banda.

¿Qué tal fueron los preparativos de la gira?

Largos, muy largos, complicados, porque la comunicación con Cuba no es la más fluida y rápida. Nos costó, pero ha salido todo a pedir de boca y, al final, no ha habido ningún problema. Tenemos que agradecer al Quinteto Arsis y a las autoridades cómo nos han facilitado los conciertos, las actividades y los movimientos, que en Cuba no son sencillos tampoco.

¿Cuáles han sido los lugares en donde habéis estado?

Hemos estado en La Habana, Pinar de Río, Consolación y San Luis. San Luis es el lugar donde hacen los puros más famosos del mundo y estuvimos visitando una plantación.

En La Habana tocamos en el Conservatorio Amadeo Roldán y en el Centro Nacional de la Música de Conciertos. Allí interpretamos Czardas de Vittorio Monti, como podéis ver en el vídeo.

En Consolación del Sur fue todo muy emotivo porque fuimos primero al cementerio donde reposan los restos de dos miembros de Arsis que fallecieron en la pandemia. Ten en cuenta que ellos ya nos habían organizado una gira en Cuba y que estuvieron a su vez en Sabiñánigo. En San Luis tocamos en el cine y en la sala La Edad de Oro. En Pinar del Río tocamos en el parque con la banda municipal, en la Escuela Profesional de Arte y en el Teatro Pablo Milanés.

¿Qué repertorio habéis interpretado?

Ha sido todo prácticamente música española y algo de música clásica. Allí, claro, no íbamos a interpretar jazz o música cubana. Y, además, la vez anterior fuimos con toda la música de Pedro Iturralde, dejamos ahí las partituras y ahora ya la toca hasta el último músico. Hemos llevado música de Granados, Albéniz, la zarzuela La boda de Luís Alonso, de Gerónimo Giménez; El Sitio de Zaragoza y algunas jotas que hemos arreglado para cuarteto de saxos.

¿Qué tal ha sido la acogida por parte del público, las instituciones musicales, etc.?

Ha ido a vernos todo el mundo… La cultura de allí tiene poco que ver con la nuestra. Va mucha gente a los conciertos. Nos han tratado muy bien, como a estrellas. Te piden fotos, todas estas cosas. Muy bien.

Las instituciones, también. Nos movimos a través de la Unión de Artistas y Escritores Cubanos. Ellos fueron los que nos habilitaron, porque si no, no se puede tocar en la isla. También nos trató muy bien el Director Provincial de Cultura que nos facilitó los transportes. Y la Escuela Miguelito Cuní, con la que trabaja el Quinteto de Arsis, que se ha volcado desde el primer momento en todo lo que nos ha hecho falta.

¿Los medios de comunicación de allí han reflejado vuestra actividad?

Estuvimos en Radio Guamá, en un programa que se llama Changaneando. Y nos hicieron una entrevista. El entrevistador había sido percusionista del grupo legendario Irakere en el que estuvieron Chucho Valdés, Arturo Sandoval, Paquito D'Rivera, nada más y nada menos. Fue una entrevista muy bonita, muy emotiva. Nos preguntaba desde las características de nuestros instrumentos, hasta cualquier cosa de la música clásica española, compositores, fechas… Tuvimos que ir muy preparados para contestar todas sus preguntas.

Estuvimos en la televisión de Telepinar y salimos también cuatro minutos en la Televisión Nacional, en un concierto que nos habían grabado en Pinar del Río.

Y luego está pendiente de publicarse una entrevista en el periódico en El Guerrillero.

¿Qué tal el ambiente musical de Cuba?

El ambiente musical de Cuba es otro mundo, pero no porque estemos muy alejados, sino porque vayas donde vayas encuentras músicos; músicos desde noventa y tantos años tocando y cantando, mejor imposible, hasta críos de catorce tocando en cualquier lado. Y si uno lo hace bien, el otro mejor. Hay un nivel altísimo. Es muy bonito. Y además te invitan a subir al escenario. Estuvimos con un grupo de son cubano de esos que improvisan cantando. Estaba con ellos un cantante muy mayor, con sus maracas, por supuesto, que nos hizo subir e iba improvisando la letra refiriéndose a cada uno de nosotros como si fuera un rap. Madre mía, qué ritmo. A cada uno nos decía una cosa y nos hacía tocar las maracas y bailar. Estuvo muy bien.

¿Alguna anécdota?

Sí. En Cuba hay tantas actuaciones y tanta gente que llegas al local y te puedes encontrar desde que esté cerrado hasta que haya otro grupo. Y eso es lo que nos sucedió en el Centro Nacional de la Música de Conciertos, en la Habana. Llegamos y resulta que estaba el Coro Nacional de Cuba, una institución muy importante. Pero cuando se dieron cuenta de la situación cambiaron de plan, nos dejaron tocar y se pusieron a escucharnos. El Coro Nacional de Cuba, nada más y nada menos.

¿Ganas de volver?

Ganas de volver muchas y posibilidades bastantes. Nos han invitado de Radio Guamá al programa Changaneando para noviembre. Todos los años hacen una reunión con muchos grupos cubanos y siempre tienen un invitado internacional, que seríamos nosotros. Vamos a ver cómo nos lo agenciamos para poder volver.

 

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