La Plataforma para la Defensa del Patrimonio de Huesca lamenta la "radical intervención realizada en el cerramiento de Travesía de Cortés", obra promovida por la constructora Masari, cuyo proyecto fue supervisado por el Ayuntamiento y la Comisión Provincial de Patrimonio. "Demoler y sustituir, como ha ocurrido en este espacio, no es restaurar respetando la identidad de un Bien Inventariado", denuncia esta entidad.
Considera la plantaforma que la obra diseñada por el arqutecto Vicente Filló en 1888 no ha tenido la necesaria protección, a pesar de la resolución dictada por la Dirección General de Patrimonio el 21 de enero de 2021, por la que se declara Bien Inventariado del patrimonio cultural aragonés el inmueble "con la verja de cuidada factura, de forja y cantería, que cierra el espacio libre a la Travesía de Cortés n.º 1", de acuerdo con la orden firmada por la directora general.
"Tampoco se ha atenido la intervención al amparo que otorga al singular cerramiento el entorno como BIC de la iglesia de San Pedro o el hecho mismo de que el casco antiguo goza de la consideración de Conjunto Histórico declarado", agrega.
A juicio de los técnicos que integran la Plataforma Para la Defensa del Patrimonio de Huesca, "se ha admitido como intervención de restauración válida demoler y deshacerse de todos y cada uno de los sillares que componían los pilares, y dar por buena su sustitución por otros absolutamente nuevos con acabado abujardado, como si de un parque temático se tratase".
"Como ya señalamos en una ocasión anterior -lamentan-, se ha actuado al contrario de lo que determina una praxis adecuada cuando apunta el máximo respeto a los elementos originales y el mínimo deterioro".
"Conservar y restaurar -insisten- no es demoler, ni arrancar, ni mutilar. La conservación y restauración del patrimonio está fundada en preservar la autenticidad de los bienes con la pátina del tiempo sumada a su esencia original".
Agregan que el tratamiento del patrimonio requiere respeto e intervenciones cuidadosas. A menudo, abordando las distintas fases del trabajo in situ, "evitando desmontajes agresivos que provocan deterioros irreversibles, como ha ocurrido en este caso".
"El cerramiento protegido se compone de estructura de piedra y de verjas, de modo que tal conjunto actúa como 'unicum'. A pesar de ello, se sacrifican, se destrozan, los pilares de piedra originales en aras del violento arrancamiento de las verjas, dando por hecho la necesidad de extraerlas para sanearlas, pero sin que ningún técnico restaurador justifique este intrusivo planteamiento", prosiguen los especialistas de la entidad que integra a asociaciones vecinales y culturales.
De esta forma, afirman no coincidir con la Comisión Provincial de Patrimonio, ni con los técnicos del Ayuntamiento de Huesca "cuando se aprueba un proyecto de intervención sobre la verja, llamado de “restauración” cuyo resultado provoca más deterioro que preservación".
La Plataforma para la Defensa del Patrimonio celebra "el celo y la sensibilidad demostrados por el barrio y la ciudadanía al expresar legítimamente a través de carteles su preocupación y malestar por la demolición y desaparición de un elemento patrimonial e identitario, asumiendo su responsabilidad cívica respecto a la conservación de su Conjunto Histórico".
El compromiso con la conservación de elementos patrimoniales en el ámbito protegido, debe atenerse a los criterios legales y técnicas de restauración, concluyen. "No podemos dar por buena la destrucción de partes sustanciales de un conjunto perteneciente al Inventario de Bienes del patrimonio cultural aragonés, para reemplazarlos por imitaciones".