El Museo de Huesca ha inaugurado este miércoles, 14 de mayo, la programación especial en torno al Día de los Museos con la actividad El Universo de Bronce, una propuesta didáctica centrada en la arqueometalurgia experimental, que ha permitido a los asistentes conocer las técnicas de elaboración del bronce utilizadas en el segundo milenio a.C.
La actividad, diseñada y realizada por la empresa Arqueología y Didáctica, surgida como startup de la Universidad de Zaragoza, se ha desarrollado en dos sesiones, de 12:00 a 14:00 y de 18:00 a 20:00 horas, y ha estado recomendada para todos los públicos a partir de los 8 años, con una duración aproximada de dos horas.
Sus responsables, Héctor Conget y Andrés García Arias, han creado este proyecto, que ha nacido con la vocación de transformar el conocimiento académico en experiencias comprensibles, prácticas y participativas, y el primero han subrayado que la arqueología experimental permite reconstruir la cadena operativa de la fabricación del bronce y ayuda a comprender mejor cómo vivían las sociedades del pasado.
Han añadido que su labor parte de problemas arqueológicos reales y busca acercar el pasado al público mediante el aprendizaje del método arqueológico. En esta ocasión, han trabajado a partir de la digitalización de un molde de una empuñadura de espada hallado en un yacimiento de Tamarite de Litera, del que han tomado medidas morfométricas para reconstruirlo y utilizarlo en la experiencia de fundición.
No se ha reproducido la espada completa, ya que su peso rondaría el kilo y el proceso es más largo y complejo, pero han querido devolverla a la vida, de alguna manera, para mostrarla cómo era recién fundida.
La actividad se ha desarrollado en tres zonas: la mesa de la forma, la mesa de la materia y la zona de combustión, donde los participantes han podido observar todo el proceso y aprender cómo la arqueología experimental permite establecer relaciones entre objetos y técnicas antiguas.
Héctor Conget ha señalado, por otro lado, que en la provincia de Huesca existen abundantes hallazgos de esta etapa, y que en el yacimiento de La Litera se han encontrado numerosos moldes de fundición que demuestran una producción local, y no solo la importación de objetos. “Nadie viaja con los moldes encima; si los hay, es porque allí mismo se producía”, ha añadido.
Conget ha reflexionado también sobre el valor formativo de estas actividades para los más jóvenes y ha apuntado que, aunque hoy predomina el interés por lo tecnológico, “cuanto más se expande el conocimiento del pasado, más se amplía también la visión del futuro”, y ha reivindicado que “el estudio de la historia alimenta la imaginación y la creatividad”.
Entre los participantes se encontraba un grupo del IES Lucas Mallada, y uno de sus alumnos, Marco Cruz, ha expresado que lo que más le ha llamado la atención ha sido “cómo, con varios metales y varias fusiones, se pueden hacer cosas que se utilizaban a diario, como vasijas, cubiertos o herramientas domésticas”.
Ha reflexionado también que “la vida en aquella época debía de ser bastante más complicada, porque hoy hemos heredado sus modelos y los hemos hecho más fáciles, aunque entonces todo requería más esfuerzo”.
La responsable del área de Conservación Preventiva y Restauración del Museo de Huesca, María José Arbués, ha valorado muy positivamente el desarrollo de los talleres y ha recordado que este jueves se inaugurará en el Salón del Trono una exposición sobre arquitectura gótica, y que el domingo continuará la programación con la actividad Laboratorio del Arte, dentro del ciclo Los domingos del Día de los Museos, que propondrá una creación artística inspirada en el agua.
Arbués ha admitido que les gustaría que existiera "un poquito más de conexión con la ciudad” y ha animado a toda la población de Huesca, de todas las edades, a visitar el museo, donde podrán descubrir, no sólo las exposiciones, sino también el propio espacio, que es un edificio barroco octogonal con ocho salas expositivas y un palacio histórico adosado”.
Ha detallado que el Palacio de los Reyes de Aragón, anexo al museo, cuenta con espacios tan emblemáticos como el Salón del Trono, la Sala de la Campana y la Sala de Doña Petronila, y ha recordado que el recorrido museográfico incluye cuatro salas dedicadas a la arqueología y otras cuatro a las bellas artes, con piezas destacadas como una obra de José de Suñer, actualmente prestada al Palacio de la Aljafería y que regresará al museo en julio para ser expuesta en la sala 7.
Arbués ha concluido destacando que este tipo de actividades permiten “acercar el museo a todos los públicos y despertar vocaciones entre los más jóvenes”.