Diana Gómez denuncia a la productora que rueda en Loarre: le contratan por su discapacidad y prescinden de ella por el mismo motivo

La trabajadora social ha escrito una carta al Defensor del Pueblo

07 de Febrero de 2023
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Diana Gómez Gil.
Diana Gómez Gil.

Todavía está indignada. No acepta que le hayan discriminado por su discapacidad y quiere denunciarlo. Por eso ha escrito una carta al Defensor del Pueblo y ha puesto el caso en manos de sus abogados.

La aragonesa Diana Gómez Gil, que es trabajadora de la Asociación de Artritis Oscense (ARO), se enteró de que se iba a rodar una película en Loarre y quiso participar en ella. La productora, Oberon Media y Wanda Visión, se había puesto previamente en contacto con la Coordinadora de Asociaciones de Personas con Discapacidad de Huesca (Cadis), porque buscaban personas con discapacidad para varios papeles en la película de La Abadesa.

Diana tiene un 87% de discapacidad por una afección cardíaca y una escoliosis dorsolumbar operada, así que decidió presentarse a los castings. En ellos, según el relato de su carta y como ha confirmado a EL DIARIO DE HUESCA, preguntó qué tipo de persona buscaban y recalcó que padece de problemas cardíacos, por lo que su papel no podía conllevar esfuerzos, a lo que le contestaron, según indica, que no se preocupara, que su papel no requería eso.

Al finalizar un proceso de unos tres meses, fue seleccionada para interpretar el papel de la monja Lorena, "un personaje figurante, pero con bastante presencia en la película", que suponía 15 días de rodaje y 1.500 euros de salario (100 euros por día). La película se rodaría durante los meses de enero y febrero de 2023 en el Castillo de Loarre.

Diana está indignada por el trato recibido
Diana está indignada por el trato recibido

Para poder compaginar su trabajo en ARO con el rodaje, como reside en Zaragoza, alquiló una habitación en Huesca. De esa manera, podría acudir dos días a la semana a la Asociación, para desempeñar su labor de trabajadora social y otros tres cumpliría con su compromiso con la película. 

El miércoles 4 enero le citaron para la prueba de vestuario, conocer a las compañeras y un ensayo en el castillo. Subir hasta la fortaleza le supone un esfuerzo, pero Diana asegura que, si lo hace a su ritmo, tarda 20 minutos en lugar de 5, pero no hay mayor problema. 

A los días le llamaron y le citaron para rodar tres secuencias el día martes 10 a las 7:30, así que el lunes 9, después de su jornada laboral en ARO, se fue a la casa alquilada de Huesca para poder estar a las 7:30 en Loarre como le habían indicado. "A las 20:30 de la tarde, cuando yo ya estaba durmiendo, recibo una llamada de la productora para decirme que debido a mi estado de salud no puedo seguir adelante con la película ya que supone subir al Castillo para el rodaje (una vez arriba mi papel no conlleva ningún tipo de esfuerzo) y que no me dan ese papel ni ninguno, en todo caso pensarán alguna escena que se ruede en el pueblo. Yo me quedo en estado de shock y muy afectada por la noticia, pues había puesto mis ilusiones y mi dinero para poder cumplir con ellos con total disponibilidad y ahora me lo quitaban todo sin poder replicar. Yo les digo que lo único que necesito es más tiempo subir, a lo que me contestan que no hay tiempo".

Recuerda con cierto enfado, que el miércoles 11 le llamaron de la productora para ofrecerle aparecer en la película en tres secuencias en una hoguera que se rueda en el pueblo. "En esos momentos, que yo todavía seguía en shock, dije que sí", reconoce, pero después de meditarlo no le pareció buena idea y decidió no participar ni en esa ni en otras escenas. "Así que comunico que no quiero ningún papel ya que creo que es un chantaje y que después de todo no puedo ir como si no hubiera pasado nada. Ya vuelta a mi ser y con el talante luchador que me caracteriza les digo todo lo que opino sobre el tema, les rebato todos sus argumentos y les pregunto que como van a resarcir el daño, tanto moral como económico. Que yo haría lo posible para que esto se hiciera público. A día de hoy no obtengo respuestas". Este nuevo papel le iba a suponer un ingreso de 100 euros, en lugar de los 1.500 inicialmente previstos.

La trabajadora social ha escrito una carta al Defensor del Pueblo
La trabajadora social ha escrito una carta al Defensor del Pueblo

"Soy persona con discapacidad desde mi nacimiento, con los años he ido añadiendo patologías pero en mis 39 años nunca me he sentido tan humillada ni discriminada como ahora, como si fuera un juguete que tiran a la basura por salirse el relleno. ¿En qué momento no fui clara con mi patología y mis dificultades? ¿Por qué esperaron al último momento para despedirme? ¿de verdad pensaron que una aparición en una escena iba a ser suficiente para paliar el daño ocasionado", denuncia en su carta.

Diana asegura conocer sus limitaciones, pero también su cuerpo para saber si es capaz o no de algo. "Si hay algo que me molesta en esta vida son dos cosas: que la gente opine sobre que puedo o no puedo hacer y qué la sociedad piense que por tener discapacidad ya tienes algún problema cognitivo".

"La ironía de este asunto es que la productora quería personas con discapacidad de todo tipo, entonces no es entendible qué ante la dificultad de una persona, en vez de facilitar las cosas decidan que lo mejor es prescindir de ella. La solución no les causaba ni siquiera perjuicio económico, la solución se la di cuando propuse que fuera un poco antes para ir subiendo poco a poco al set de rodaje, pero según ellos no había tiempo ¿Qué adaptación o que empatía es esa? ¿ese es el tipo de inserción de las personas con discapacidad que buscamos?" 

Diana Gómez considera que no entienden qué significa la discapacidad, "pues no es otra cosa que tener algún límite en aspectos de la vida y estos límites pueden ser muy diferentes dependiendo del tipo de discapacidad. Para una sociedad sana y sin discriminación hacia el colectivo de la discapacidad se deben entender esos límites y proporcionar las medidas necesarias para minimizarlos y, así, poder tener las mismas oportunidades y derechos que el resto de la sociedad".

En su opinión, "es necesario también acabar con el trato paternalista que se presta a las personas con discapacidad siempre independientemente de grupo. Aunque seas una persona mayor de edad, con plena capacidad de obrar siempre se tiende a la infatilización y la sobreprotección. Me parece un punto muy importante en el que debemos reflexionar ya que en esta ocasión también lo he sentido".

Actualmente, observa Diana, se habla mucho de la inclusión y de los derechos del colectivo, "pero acciones como las de Oberon Media y Wanda Visión me dejan claro que en el S.XXI queda mucho por hacer, que hay que visibilizar el problema y comprender que cada persona con discapacidad es única y que tiene voz para expresar cuáles son sus necesidades para conseguir una calidad de vida equiparable al conjunto de la sociedad en la que vive".

"Hago este testimonio público porque es muy necesario que demos voz ante las discriminaciones e injusticias, para que entre todos podamos evitar que estas cosas vuelvan a ocurrir", finaliza.

 

 

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