Diego Gaspar Celaya: "La guerra es mierda, suciedad, mal olor, alcohol, prostitución y muerte"

"Banda de cosacos", una perspectiva humana de la Nueve Compañía y sus hombres

11 de Febrero de 2023
Guardar
Diego Gaspar: "La guerra es mierda, suciedad, mal olor, alcohol, prostitución y muerte"

Banda de cosacos. Historia y memoria de la Nueve y sus hombres (Marcial Pons) no es un libro al uso sobre batallas y guerras, sino que se aproxima a la historia militar desde aspectos sociales y culturales. ¿Qué hacían los soldados cuando no peleaban, cómo eran sus entrenamientos, a qué dedicaban su tiempo cuando estaban de permiso?

Diego Gaspar Celaya, profesor del Departamento de Historia de la Universidad de Zaragoza, se centra en los combatientes, en sus vidas, emociones, en la manera de relacionarse y en cómo pensaban. Son los voluntarios transnacionales en armas, vistos desde una perspectiva humana y alejada de las publicaciones habituales sobre esta temática.

Acompañado por Carlos Domper, el autor presentó esta obra el viernes en la librería Anónima de Huesca, que habla de la Nueve Compañía, la primera que participó en la liberación de París en la Segunda Guerra Mundial. La primera edición vio la luz hace escasos meses y ya casi está agotada.

Carlos Domper y Diego Gaspar, en la librería Anónima. Foto Myriam Martínez
Carlos Domper y Diego Gaspar, en la librería Anónima. Foto Myriam Martínez

Domper explicó que este libro, de impacto nacional, es la continuación de la tesis que Diego Gaspar realizó sobre este tema y en la que situó a todos los españoles que formaron parte de los ejércitos franceses durante la Segunda Guerra mundial.

Destacó del autor que es un investigador invitado en muchas universidades internacionales de Estados Unidos, Gran Bretaña, Holanda y, sobre todo, Francia.

“Hoy forma parte de un pequeño grupo de historiadores que renueva los estudios de la historia militar en España que, hasta hace una década, se caracterizaba por una aproximación excesivamente descriptiva, centrada en lo diplomático, en las relaciones internacionales y en la estrategia.

Diego Gaspar, que en 2011 presentó también en la Anónima el libro Republicanos aragoneses en la Segunda Guerra Mundial (Prensas Universitarias), comentó que en su nueva obra las batallas son secundarias. “Al margen de que son combatientes, lo más importante es que son personas y sobre ellas se tiene que escribir una historia social que nos dé a conocer cuáles han sido sus trayectorias vitales y nos deje respuestas a por qué están en el Ejército francés”.

Otro objetivo muy claro del libro es poner en cuestión algunos de los mitos y leyendas que pesan sobre estos hombres. “De repente nos dimos cuenta de que nadie había contado su historia durante muchísimos años -manifestó Diego Gaspar-. En Francia, el gobierno compartió con el Partido Comunista el mito del resistencialismo, de la liberación de su país por ellos mismos, no aparece la contribución de ejércitos extranjeros. También se quedaron fuera del relato oficial las mujeres y los soldados colonialistas”.

Cuando empezaron a mencionarse, a finales de los 70 y principios de los 80, la opinión pública francesa comenzó a hacer preguntas. En 2008, cumplidos los plazos preceptivos, como ocurre en otros países, Francia abrió sus archivos y permitió el acceso a cada uno de estos hombres, a sus fichas personales. Han sido identificados 360 y sus fotos aparecen en el libro.

“Esa es la base del trabajo, la comparación de lo que había antes y, sobre todo, el acceso a nuevas fuentes que hay en Francia, Inglaterra, Estados Unidos y Ámsterdam, y todo ello  puesto en relación nos da algo diferente”, indicó el autor.

Gaspar observó que no era una compañía llena de franceses, pero tampoco era lo que hace 15 o 20 años se contaba en España de que todos eran de este país. “Al principio sí que había una mayoría, el 85%, mientras que los oficiales, los que mandaban la unidad, eran franceses. Pero lo más importante es cómo evolucionó, porque la guerra es mierda, suciedad, mal olor, alcohol, prostitución y muerte, por supuesto, y heridos. Eso hace que mucha gente que había empezado su andanza en África cause baja y esos huecos los vayan ocupando soldados o voluntarios franceses. Es una constante que se repite desde agosto de 1944 a abril de 1945 cuando llegan los últimos elementos de reemplazo a la compañía”.

Carlos Domper Celaya. Foto Myriam Martínez
Diego Gaspar Celaya. Foto Myriam Martínez

El 5 de mayo termina la guerra, aunque la capitulación fue dos días después en el Cuartel General Supremo de las Fuerzas Aliadas de Reims. Para entonces, la compañía inicial había cambiado por completo y los españoles solo representaban ya un 30%.

“En el trabajo se identifica a todos los que formaron parte de la compañía, españoles y extranjeros, la mayoría brigadistas internacionales que ya habían servido en España, fueron después a África y luego a Europa. Son combatientes transnacionales de lo que ellos consideraban la libertad, porque el final también tiene aristas”.

Al respecto, el historiador observó que esta gente, que no tenía ni conocía otro oficio que el de guerrear, se fue después dos años a combatir a Indochina con los ejércitos franceses porque las posiciones del país galo estaban siendo amenazadas allí.

En suma, un libro diferente, muy interesante, con historias contadas con profusión de detalle y que refleja la pasión del autor por este tema que ha abordado con una confesa gran ilusión.

Archivado en

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante