Quizá Leoncio Mairal (Huesca, 1928-2008) sea uno de los grandes artistas altoaragoneses contemporáneos, aunque su nombre no figure con la frecuencia que merece entre los más reconocidos. Su pintura, sin embargo, ha recorrido salas de todo el mundo: desde Europa hasta Japón o Estados Unidos. Su obra, profundamente arraigada en la tierra oscense, combina una sensibilidad única con una mirada universal que trasciende el paisaje y se adentra en la emoción.
Hoy, Huesca rinde homenaje a ese legado con una doble exposición que invita a redescubrir a un creador inagotable. El Museo de Huesca y el Centro Cultural Manuel Benito Moliner acogen desde este jueves una muestra retrospectiva y antológica de carácter póstumo, concebida como un reconocimiento a la extensa trayectoria artística de Mairal. El acto de inauguración, celebrado por la mañana en el Museo, ha contado con la presencia de sus hijos, Jesús y Carlos, así como de numerosos familiares y representantes institucionales.
La exposición ha sido posible gracias a una coproducción entre el Ayuntamiento de la ciudad y el Museo de Huesca, a través de la Dirección General de Cultura. La concejala de Cultura, Sonia Latre, ha agradecido la colaboración y ha destacado que se trata de una muestra “muy de aquí”, con obras que reflejan “el entorno rural y los paisajes que tanto amó Leoncio”.

Por la tarde, a las 18:00 horas, se abrirá al público la segunda parte de la exposición en la Sala 1 del Centro Cultural Manuel Benito Moliner. Así, la ciudad podrá disfrutar de una selección amplia y representativa de su producción, que en esta antológica reúne más de cuarenta obras.
LAS ATMÓSFERAS DE MAIRAL
El comisario Miguel Ángel Alvira ha explicado que la exposición se ha podido realizar gracias a la colaboración de la familia del artista, que le ha permitido acceder a su obra. Asimismo, ha destacado que trabajar con sus allegados ha sido una experiencia satisfactoria y que les ha permitido llevar a cabo la muestra con éxito.
La exposición se ha configurado como una retrospectiva ecléctica, compuesta principalmente por paisajes, género central en la producción de Mairal. También se han incluido retratos y bodegones en el Manuel Benito, que, aunque menos representativos de su obra habitual, muestran una notable calidad artística. Según Alvira, la mayoría de las obras se centran en la provincia de Huesca, aunque la muestra también incluye algunas piezas de otros lugares, como una marina.
Alvira ha subrayado que la obra de Mairal captura la esencia del Alto Aragón, manteniendo un equilibrio entre lo figurativo y la abstracción. El pintor desarrolló una sensibilidad especial para retratar la luz y crear atmósferas, lo que permite a los espectadores transportarse a momentos únicos de la naturaleza, "momentos mágicos".
El artista produjo alrededor de 2.000 piezas, distribuidas por distintos países de Europa, y otros como Estados Unidos o Japón, y que la colección que permanece en España reúne aproximadamente 100 obras. Alvira ha indicado que la exposición actual muestra los formatos grandes, mientras que el Centro Benito Moliner se ha reservado para las de menor tamaño.

Finalmente, el comisario ha afirmado que Mairal ha sido uno de los pintores más importantes del Alto Aragón, al nivel de Beulas, y que, a pesar de su carácter reservado, su calidad y trascendencia artística han sido reconocidas. Ha destacado que la evolución de su obra desde los años 50 hasta la década de 2000 refleja una mejora técnica notable, pero que siempre se ha mantenido una identidad reconocible, que permite identificar una pintura de Mairal aunque se vea por primera vez.
El jefe de servicio de Archivos, Museos y Bibliotecas del Gobierno de Aragón, Fernando Sarría, ha subrayado que Mairal ha sido un autor de referencia en la ciudad de Huesca, con una trayectoria artística dilatada que ha combinado la producción de obra con la formación de nuevas generaciones de artistas.
Sarría ha añadido que el afecto hacia el pintor se ha reflejado en la presencia y participación de la comunidad artística y educativa, y que la exposición rinde un homenaje justo a su carrera.
Por su parte, Jesús Mairal, segundo hijo del pintor, ha explicado que asistir a la exposición de su padre le ha permitido revivir experiencias previas, recordando las muestras que se habían organizado antes de su fallecimiento en 2008. Ha señalado que esta exposición antológica ha sido recibida con agradecimiento, y ha destacado la labor del Ayuntamiento y de las instituciones culturales que han hecho posible este homenaje.
El hijo del artista ha recordado que Leoncio Mairal vivió casi toda su vida en Huesca y que desde joven mostró un talento innato. El artista mantuvo siempre un profundo apego a su tierra, lo que se refleja en su obra, principalmente centrada en paisajes de la provincia de Huesca y del Alto Aragón, aunque también incluye marinas y escenas de otras regiones de España y del extranjero.
Jesús Mairal ha comentado que, aunque su padre ha tenido reconocimiento internacional con obras en Estados Unidos, Japón y varios países europeos, nunca quiso trasladarse a vivir fuera de Huesca, a pesar de las oportunidades que se le ofrecieron en Madrid.