La semana de transición de Espiello, el Festival internacional de documental etnográfico de Sobrarbe, abre a un público de muy diverso perfil, con la colaboración con el IES Sobrarbe, en Aínsa, donde se trabaja con los alumnos de la ESO y de 1º de bachillerato bajo el tema “Una maleta llena de sueños”, con motivo del 8 M. De esta manera se plasma la colaboración con el Pacto de Estado contra la Violencia de Género. CFS Igualdad trabaja con estos alumnos y alumnas sobre la migración con perspectiva de género. Para ello se proyectan los trabajos “Migrante”, de Esteban Ezequiel Dalinger, “La tumba de la golondrina”, de Maxi Campo y “Yo también fui refugiado”, de Juan Carlos Somolinos.
El viernes se celebra la sesión de Un día de cine, con los escolares de primaria y secundaria de los distintos centros educativos de Sobrarbe. Se trabajará sobre dos proyecciones, “El monstruo invisible”, de Javier y Guillermo Fesser y “El novato”, de Rudi Rosenberg. Este año se estrena Manuel Hernández moderando el coloquio posterior.
Y la Residencia comarcal de Mayores La Solana acoge otra colaboración. En este caso, la sección D’arredol lleva la proyección del documental estrenado el pasado fin de semana “Cruces y estrellas”, del ainsetano Marko Zaragoza y dentro de la sección Espiello ¿Te sona?, el título “Con la solfa en la cabeza”, de Maxi Campo.
Cuatro coloquios online y una charla café con los directores de los documentales de la sección concurso se desarrollan esta semana de lunes a viernes. Los diálogos en línea sirven para presentar los trabajos audiovisuales que se están rodando en Sobrarbe y compartir experiencias entre sus productores. Otro, en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid, ha tratado sobre el proceso de construcción de un audiovisual antropológico. Este miércoles se habla “Tendiendo puentes: de la España abandonada y repoblada al impulso de la España medio llena”. El jueves se cierran los coloquios con la presentación del libro “Huesca de cine. Cincuenta años del Festival internacional de Cine de Huesca (1973-2022)”. Por último, el viernes, los directores de los documentales que acudan a Boltaña, compartirán una charla-café para compartir experiencias y reflexionar sobre la situación que atraviesa el sector en diferentes lugares del mundo.
En su XX edición, Espiello mide su huella de carbono, para "conocer el impacto que la celebración del festival tiene en el medio ambiente para introducir mejoras que minimicen esa huella”, explica Patricia Español, directora de Espiello. Para ello se está contabilizando una serie de parámetros, como los datos sobre el medio de transporte de los participantes, (tanto invitados como público), los residuos generados, o los consumos ordinarios del Palacio de congresos donde se celebra el Festival.
Hasta la fecha, alrededor de 2.500 personas han pasado por las distintas actividades previas y proyecciones del Festival. Y durante esta semana, cada noche se proyectan los documentales que forman parte de la sección concurso y que optan a los premios. El próximo fin de semana se clausurará XX Espiello, con la entrega de la Siñal D’onor a Mabel Lozano y la gala de premios, donde se desvelarán los documentales ganadores de este año.
El pasado fin de semana, estreno del Festival, se colgó el cartel de completo en varias de las proyecciones, como la de “Labordeta, un hombre sin más” y el estreno comarcal de “Mi Sobrarbe”, a cargo de Juan Carlos Somolinos. Pero sin duda, uno de los momentos más emotivos fue el reencuentro de las 5 personas que pusieron en marcha el festival hace 20 años. Patricia Español, María Jesús Ruiz, Carlos Baselga, Ramón Azón y Dolores Galindo idearon este festival, buscaron la financiación y se lanzaron a una aventura que no podían imaginar que tuviera el desarrollo que ha tenido en estas dos décadas. Todo esto, salpicado por anécdotas de aquellas primeras ediciones, se recordó durante la tarde del pasado sábado.