"Escrituras del Renacimiento en España" es el nuevo título del cuaderno de caligrafía histórica de Ricardo Vicente, que presentó recientemente en la librería Anónima de Huesca, donde compartió su pasión y experiencia con todos los asistentes.
Su talento ha dejado huella en instituciones como la Casa Real, Diputaciones Provinciales y Ayuntamientos de España, el Instituto Cervantes y la Fundación de Música Antigua Jordi Savall, entre otros. Desde su estudio en Binéfar, Vicente ha dedicado su vida a practicar y enseñar el arte de la caligrafía, y ha estudiado las diversas formas de escritura que han marcado la historia.
En un mundo dominado por la escritura electrónica, Vicente considera que la caligrafía se ha convertido en un arte en peligro de extinción. Sin embargo, continúa respondiendo a la demanda de trabajos especializados, como diplomas, libros personalizados, documentos caligrafiados y carteles, con su excepcional destreza y calidad de ejecución.
El nuevo cuaderno de caligrafía histórica, que constituye el segundo volumen de esta serie, es una continuación del trabajo iniciado antes de la pandemia. Vicente recordó cómo el primer cuaderno fue lanzado en diciembre de 2019, poco antes de que el mundo se viera afectado por la crisis sanitaria global.
El autor señaló que el nuevo cuaderno ofrece a los lectores una visión detallada de los estilos que marcaron el Renacimiento. Con un total de 22 páginas y 10 ejercicios, el cuaderno presenta una variedad de letras entre las que destacó la itálica.
Además, Vicente reveló que este volumen incluye un ejercicio extra dedicado a las experiencias con el ampersand, un símbolo que ha fascinado a los calígrafos a lo largo del tiempo. Con fotografías y ejemplos tomados de compendios de caligrafía aragonesa, el cuaderno ofrece una inmersión en la rica tradición caligráfica de España.
Vicente explicó que la investigación para este proyecto se basó en archivos, museos y bibliotecas de Aragón, así como en la Biblioteca Nacional y las producciones de las Ediciones Zaragozanas. Siguiendo un criterio meticuloso, el autor seleccionó cuidadosamente los ejemplos más representativos de la caligrafía renacentista española.