Con todos los coros celestiales en tono de jota, ha sido acogido hoy con las honras fúnebres en Santo Domingo y San Martín en el seno del Señor don Lorenzo Allué, al que las crónicas definirán con cierta injusticia como hermano de o académico de honor, cuando su trayectoria folclórica trasciende y mucho ambas circunstancias. Lorenzo Allué ha sido un jotero de los pies a la cabeza, con una voz poderosa y unos estilos admirables.
Lorenzo Allué era tan despierto que ya con ocho años de edad se embebía de la tradición familiar con su hermano Antonio, con el que se reúne ahora. En 1944, comenzó a recibir clases de jota cantada de Antonio y Fidel Seral, y ya ingresó en el Grupo de Educación y Descanso.
Se inició en el baile en 1948 de la mano de Pablo Luis Maza, porque la capacidad de alternar ambas facetas no es un imposible. Pero finalmente por esta época siguió su vínculo con la jota como bailador. Con este grupo realizó una gira por toda España con el espectáculo “Estampas Aragonesas”, comenzando en Jaca y terminando la gira en Zaragoza.
Se incorporó lustros después a la Agrupación Folklórica Santa Cecilia con al que recorrió España, Francia, Italia, Nueva York…, y con la que en ocasiones fue la pareja de Ángeles Montori.. A principios de los años setenta, dejó el baile y retomó de nuevo el canto con Camila Gracia, dentro de la sección de canto de Santa Cecilia.
Era el jotero universal, sin colores, todos eran suyos, y por eso era un colaborador de todos los grupos que le requerían de la provincia, como Tierz, Tardienta, Fañanás, el Cachirulo de Barbastro y la Escuela de jota de Almudévar con la que colaboraba de forma más habitual e incluso llegó a recibir clases de los entonces profesores de canto Vicente Calahorra y Aurora Tarragual.
A principios del siglo XXI, comenzó a colaborar con el Grupo Elenco recibiendo clases de María Grúas, y con el que colaboró en la película “Amores de siega”. Y en 2023 fue nombrado Académico de Honor de la Jota Aragonesa. Se lo merecía porque, en la jota, ha trabajado con humildad para ser, por derecho propio, un gran protagonista. Descanse en paz Lorenzo.