En El Funambulista Desequilibrado, la poetisa Angélica Morales ha descubierto una "persona maravillosa, un poemario de verdad, unos poemas que nadan entre lo espiritual, lo cotidiano, que hacen un equilibrio entre lo real, el sueño... Es un poeta muy Bukowski, y eso me encanta. Está entre lo sucio, lo limpio, pero sobre todo es un poeta muy desnudo, muy natural".
Está hablando de Pedro Martos, malagueño, psicólogo, escritor y periodista, autor del poemario que ha sido presentado en Santos Ochoa este viernes hiperactivo de Huesca. Afirma el poeta que "la suerte de tener una presentadora como Angélica es que, en general, todos los presentadores hablan a favor del presentado, y eso es de agradecer. Pero en el caso de Angélica más todavía. Yo la admiro mucho, me parece increíble. De lo que habla de Bukowski, yo ahí ya no llego, pero hay algo que interpreto que Angélica quiere decir, que es que en mi poemario hay mucha verdad".
Replica Angélica en la conversación que es una "poesía sin máscaras, que a veces hace daño porque cuando te desnudas provoca eso. He encontrado un poeta maravilloso" al que traerá a su club de lectura.
Pedro Martos reconoce que "muchos de estos poemas están escritos desde el dolor, y en su momento fueron situaciones difíciles, pero tengo que decir que nada de esto hoy me duele, con lo cual puedo decir que se puede leer tranquilamente, porque también la poesía también puede tener el efecto sanador, bien a través de la propia poesía, bien a través de sus terapias y mostrar al público cosas que forman parte de la vida. Y ni es todo lo bonito que a veces mostramos con una margarita, ni es tampoco el vómito que a veces los poetas nos ofrecen. Aquí se nota que hay un trabajo detrás de cada experiencia".
Agrega Pedro Martos que hay muchos literatos que le dan mucha importancia a la forma, al ornamento, pero esta es "poesía que se entiende, porque para mí cualquier acto de comunicación, sea a través de la poesía o de cualquier otra cosa, significa que estás transmitiendo un mensaje. Hay poemas que no entiendo y digo: es bonito, pero no sé qué me quiere decir. Aquí no se va contra el lector, aquí se sabe perfectamente lo que se sabe decir".
El autor de El Funambulista Desequilibrado ratifica el valor terapéutico y catártico de la escritura, aunque como psicólogo reivindique su figura profesional. "No es que yo haya sanado por el hecho de escribirlo, pero me parece interesante que el escritor sane sus cosas con objeto de escribirlas. Estamos construyendo algo para el mundo, positivamente".
Compartir y exhibirse son las condiciones que se marcan los autores, como afirma Angélica, esa intimidad en los telores del alma que es música. Y Pedro Martos afirma que le encanta algo que le dijo alguien recientemente: "Me gusta mucho tu libro, tu libro es mucho tú. Y claro, me está diciendo que le gusto. ¡Qué bonito!"