Gervasio Sánchez: “Estoy harto de ver armas españolas en lugares donde hay gente muriendo”

El fotoperiodista presentó en Huesca su libro "Vidas minadas, 25 años" en un acto en el que puso de manifiesto la necesidad de que "la ciudadanía se rebele contra sus gobernantes"

DH
22 de Enero de 2024
Guardar
Gervasio Sánchez presenta "Vidas minadas, 25 años" en Huesca

El fotoperiodista Gervasio Sánchez presentó en Huesca su libro “Vidas minadas, 25 años”, la segunda parte de esta obra, en el que sigue la trayectoria de 11 protagonistas a quienes las minas les provocaron amputaciones y otras secuelas, y que el autor considera su “familia universal”. Sánchez mostró sus imágenes, contó sus historias, pero sobre todo quiso que quedase claro lo que hay detrás. Una industria armamentística que crece cuando surgen conflictos bélicos, un negocio del que España no es ni mucho menos ajena, sino que se encuentra entre los primeros del mundo. Por eso, Gervasio Sánchez pidió a la ciudadanía que se rebele contra sus gobernantes, aunque sean de su signo político.

El encuentro con los oscenses se celebró en la librería Santos Ochoa, en un acto en el que el fotoperiodista estuvo acompañado por su editor Leopoldo Blume, quien -como recoge en el prólogo de “Vidas minadas, 25 años” destacó que el libro "testimonia el abuso para que no vuelva a aparecer". Expuso que, por eso, "Gervasio Sánchez vuelve una y otra vez a los mismos lugares. Está convencido de que conocer la vida de los 11 protagonistas nos ayuda más a nosotros que a ellos. Si escuchamos y estamos atentos a sus imágenes, a sus testimonios, quizá nos podemos dar cuenta que sus vidas también hablan de nuestras vidas. Quizás podamos aprender de ellos el valor del coraje y de su empeño por vivir. Quizá nos demos cuenta de que nuestra aparente vida confortable puede ser una trampa y que nos falta comprensión y conciencia”.

Gervasio Sánchez anunció que está preparando para el 25 de noviembre de 2047 “Vidas minadas, 50 años”, porque no quiere dejar de seguir las historias de esta parte de su familia. Ante el murmullo general del público, aseguró que “no es ninguna ironía. Quizá lo haré antes, el 37-40 años, porque en el 2047 tendré casi 90 años y estaré muy viejito. También pensaron que se había “vuelto loco” cuando anunció en la presentación en 2007 de “Vidas Minadas, 10 años” que habría “Vidas minadas, 25 años” y “aquí está el libro”.

"Vidas minaadas. 25 años", de Gervasio Sánchez
"Vidas minaadas. 25 años", de Gervasio Sánchez

“De hecho -dijo-, lo voy a empezar ahora. El día 31 de enero acudiré a El Salvador y voy a ir justo al lugar donde Manuel Orellana, uno de los protagonistas de “Vidas minadas” perdió la pierna cuando quedaba un mes para acabar la guerra, de hecho, ya no había combates. Estaba recogiendo café y pisó una mina. Llegó vivo al hospital de milagro”. De hecho, cada 12 de diciembre Manuel le manda un mensaje recordándole el día en que renació.

También tiene previsto viajar Gervasio Sánchez a Colombia para “encontrarme -explicó- con esta ricura de Mónica que tantos quebraderos de cabeza me ha dado, pero que sigue dando batalla por la vida, contra la muerte y contra las injusticias”. Perdió los ojos con 8 años cuando volvía del colegio. “Cuando apoyó la mano para no caerse, activó el cable de la mina y saltó por los aires. Ya había sido abusada sexualmente por su padrastro, siguió siendo abusada…, ha tenido una vida muy compleja. Voy a ir a Colombia pronto porque por fin espero que haya una gran noticia en su vida”.

También citó a Medy, a quien conoció con 8 años en Afganistán. “Había perdido una pierna cuando era muy pequeño, ya no tenía madre, y en el 2021 me llamó muerto de miedo -recordó- porque los talibanes acaban de volver al poder. Por suerte, junto a Mónica Bernabé (con quien hizo el libro “Mujeres de Afganistán”, del que va a haber una reedición) conseguimos meter a él y a su hermana en la lista de repatriación que había organizado el Ministerio de Defensa y Asuntos Exteriores español y llegaron a Madrid en agosto de 2021. Ahora son ciudadanos españoles”.

“Estas historias acaban siendo historia de mi propia vida. Los protagonistas de “Vidas minadas” son mi familia universal", señaló Sánchez. Como también confesó, estos proyectos fotográficos “han sido fundamentales para no tener que acudir al psicólogo y al psiquiatra y contarle mis neuras vinculadas a los conflictos armados. Cuando uno lleva 40 años trabajando en la guerra y viendo lo que somos capaces de hacer los seres humanos, es muy difícil seguir creyendo la condición humana. Al final, te das cuenta de que o buscas historias como estas que te permitan equilibrar tu balanza anímica o tienes que tirar la toalla”. A Gervasio Sánchez este proyecto le ha servido “de anclaje moral y personal, primero para seguir creyendo en el periodismo, porque esto es periodismo que no encontráis en los medios de comunicación -esa es la ironía-, y también para seguir creyendo en el ser humano”.

Porque cubriendo guerras se ha dado cuenta de lo difícil que es “encontrarte con personas que prefieran morir antes de matar. Es difícil -agregó- encontrar situaciones en las que uno pueda pensar que las cosas van a mejorar”.

Se detuvo en los asesinatos de Hamás el sábado 7 de octubre, “actos de terrorismo con todas las letras”, a lo que siguió al día siguiente la reunión del Consejo de Ministros israelí, donde “decidieron cómo se iban a vengar”. “En aquel momento -agregó el fotoperiodista-, dije claramente que esto iba a ser una carnicería. Multipliqué 1.200 muertos por 30 y dije que esto acabará cuando haya 36.000 palestinos muertos, porque en 2014 los israelíes mataron a 30 palestinos por cada israelí muerto. Llevan 24.000, les queda una tercera parte. Ojalá me equivoqué, pero creo que no. Israel va a seguir matando y a eso se llama terrorismo de Estado, crímenes de guerra y posiblemente crímenes de lesa humanidad que no prescriben”, destacó.

Pero sobre todo quiso destacar lo que ocurrió el lunes 9 de octubre. “Abrieron los mercados internacionales de la Bolsa y las empresas armamentísticas estadounidenses y europeas se dispararon, eran un 10 % más ricas. Ante esta situación, ¿cómo vamos a poner fin a la guerra si la guerra es un grandísimo negocio? Metámonoslo en la cabeza. Pero un grandísimo negocio que no solamente hacen los malos de los estadounidenses, de los rusos, de los chinos, de los franceses o los malos de los británicos, que son los 5 países que más armas han vendido en el mundo y todos con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, con lo cual, todas las decisiones que se toman en Naciones Unidas se bloquean, como se ha bloqueado el cese el fuego de Israel porque el impresentable del presidente Biden -que es peor que Trump, incluso, en este tipo de cosas-, ha vetado la resolución presentada por varias naciones lo que ha hecho imposible que hubiese un cese el fuego”, recriminó.

Gervasio Sánchez y Leopoldo Blume, durante la presentación. Foto Mercedes Manterola
Gervasio Sánchez y Leopoldo Blume, durante la presentación. Foto Mercedes Manterola

Tras estos cinco países, están los “intermedios que juegan a la Champions League de las armas, y ahí está España. El Estado español varía su posición entre la sexta potencia del mundo en venta de armas y la octava. Estamos en un país donde con el Gobierno más izquierdista de la historia de la humanidad, el del PSOE y Podemos hasta las elecciones de mitad de año, y en los primeros seis meses de 2023 hemos vendido un 35 por ciento más de armas. Y cada vez que los criticas te ponen en la otra parte del arco parlamentario. Criticar algunas políticas de Podemos es de derechas. Yo alucino”, dijo.

Como explicó Gervasio Sánchez, “llevo criticando el comportamiento indecente de los Gobiernos españoles desde, al menos, principio de este siglo y de forma absolutamente áspera y continúa”. También recordó que, “a pesar de que hay una ley de control de armas aprobada por el Parlamento español, se viola la sistemáticamente desde el minuto uno, o sea, una ley de control de armas que nos impide vender armas a los países a los que vendemos armas. Yo prefiero que mi país no se dedique a ese mercadillo vergonzoso -agregó-. Cuando vendes fragatas a los saudíes, las utilizan para bloquear los puertos en Yemen y provocan un colapso humanitario. A ver si nos aclaramos. No midamos las cosas en función de nuestros intereses ombliguistas, como somos los europeos. Cuando el señor Biden decide irse de Afganistán como se fue, produce el colapso humanitario; cuando no se para la guerra en Gaza, se produce el colapso humanitario, etcétera. Lo demás son excusas baratas por parte de los políticos, aunque sean de izquierdas. Se creen que porque son de izquierdas se pueden permitir el lujo de salirse por la tangente. Pues no, si estás en un Gobierno eres responsable de las acciones del Gobierno, las positivas, las intermedias y las negativas”. “Estoy harto de ver armas españolas en lugares donde hay gente muriendo”, agregó.

Sánchez pretendió que, aparte de las víctimas, se conozca quién está detrás de “todos estos aparatos de belicismo y brutalidad. Si un Gobierno quiere hacer negocio con las armas, que lo cuente a los ciudadanos. Y si están de acuerdo, a vender armas. Pero nos toca las narices que presidentes como Rodríguez Zapatero, Sánchez, Rajoy y anteriormente con Felipe González y Aznar se hayan presentado ante la sociedad como que son unos parabienes de la ecología pacificadora, de la alianza de las civilizaciones, que era una de las grandes motivaciones de Zapatero”, mientras que durante su gobierno “se sextuplicó la venta de armas españolas”.

Ante este “problema grave”, Gervasio Sánchez considera que se necesita “que los ciudadanos sean más críticos por el poder político, que no solamente pidamos explicaciones a nuestros gobernantes cuando está nuestro partido no preferido en el poder”. Como apuntó, “hay que pedir explicaciones de cosas inauditas e indecentes que se hacen de manera continua. Permitir la venta de armas en España es un acto indecente, y lo han hecho todos los gobiernos”.

MARTÍN ARNAL MUR

Para finalizar, el fotoperiodista anunció que está trabajando en un nuevo proyecto sobre desaparecidos en España que prevé presentar el 18 de julio del 36, “para hacerlo coincidir con el centenario de la Guerra Civil. Cuando los políticos conmemoren -dijo-, yo meteré la brasa con este nuevo proyecto”.

En este tramo de su intervención, quiso tener un recuerdo para el oscense Martín Arnal Mur, un hombre, apuntó, del que “prácticamente me enamoré”, una “figura emblemática de la lucha antifascista” de Huesca, y que falleció en 2021 con 100 años. Era menor de edad cuando sus dos hermanos desaparecieron, uno de ellos nunca fue encontrado y el otro se encontraba en el cementerio viejo de Huesca desde el 38.

Martín Arnal, que huyó a Francia, “consiguió localizar a su hermano, pero no quiso enterrarlo hasta que no se encontrara a los compañeros que fueron ejecutados con él en Huesca”. Cuando llegó ese momento, “ya había muerto”, relató Gervasio Sánchez, quien confesó que le marcó estar con él durante una entrevista en su casa de Angüés. “En ningún momento me habló de venganza o con odio. Simplemente quería cerrar un capítulo de su vida que había empezado cuando tenía 16 o 17 años y asesinaron a sus hermanos, que eran anarquistas”, al igual que Martín Arnal, que escapó a Francia. “Me dejó una percepción de que hay personas por las que todavía vale la pena seguir batallando”, culminó.

Archivado en

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante