Sheila Gavín es la estrella de Grañén en estos momentos y los grañenenses, orgullosos de ella, están expectantes con el anhelo y la convicción de que puede convertirse en la segunda altoaragonesa tras Lorena Margalló en alzarse con el primer premio en Jotalent, el concurso de Aragón Televisión que llega después de meses a su gala final desde las 22 horas de este domingo,
Elena Martínez, Laura Sánchez, Iván Calahorra, Sheila Gavín, Claudia Ullate y Mario Arroyo competirán por el máximo galardón. Y Grañén va a ser una fiesta, una exhibición de orgullo por la cantante de Estirpe de Aragonia y de la Compañía Artística Osca de Roberto Ciria.
En el Pabellón grañenense, desde las diez de la noche se van a concentrar un buen número de vecinos para disfrutar en una pantalla gigante de las evoluciones de la finalísima. No falta detalle: habrá servicio de bar, sorpresas y un excelente ambiente. Como ha señalado el Ayuntamiento, "Sheila Gavín ya es finalista. Ahora solo queda disfrutar y animar desde el corazón de nuestro pueblo. Pase lo que pase, ya estamos orgulloso de ti, Sheila. Has llevado el nombre de Grañén muy alto, con talento, alegría y mucha jota". En el momento final, todo el pueblo se morderá las uñas en señal de nerviosismo.
Sheila es artista desde muy pequeñita. Lleva formándose en el apasionante mundo del folclore desde los tres años, lo cual significa que lleva 17 de experiencia hasta los 20 que revela su documento de identidad. Dicen sus vecinos que lo suyo era cantar sin parar en todas sus etapas, en la escuela, en el instituto y en casa.
Como Julio César cuando iba a pasar el Rubicón, puede proclamar aquello de "Alea jacta est", la suerte está echada. Naturalmente, en un falso directo los participantes conocen el desenlace, pero guardan la debida confidencialidad. Sea como fuere, Sheila reconoce que está "un poco nerviosa, aunque sepa más o menos lo que ha pasado. Es un momento especial, se gane o se pierda".
Quizás por su voluntad, en este momento en el que se encuentra en una encrucijada estudiantil o laboral en la que lo que más claro tiene es el deseo de dedicarse a la música, la alumna de Roberto Ciria y Carmen Gavín afirma que no se le ha hecho especialmente duro el concurso. "Es duro, tienes que estar pendiente y te dedicas todas las horas del día. Al principio me cohibía un poco más la vergüenza, pero luego el escenario era ya como mi casa. Ha sido una experiencia muy bonita que me ha ayudado a crecer como persona".
Las grabaciones comenzaron en febrero y dedicaban dos días a la semana ayudadas con los profesores. "Eso sí, si tenías algún dúo fuera de esos dos días, aunque no es obligatorio hay que quedar bien con los compañeros".
Aliviado el miedo escénico por su larga experiencia y sus nervios de acero, la gala uno fue una forma de enfrentarse a la jota como ha ejercido con Estirpe y la Compañía Artística Osca. Entre las enseñanzas de Jotalent, el ambiente de camaradería. "Siempre te relacionas mejor con unos que con otros, pero hemos llevado bien las situaciones personales. También es un aprendizaje, porque convives con gentes que, como yo, tiene tablas para todo, para la vida y para lo artístico".
En la conversación, Sheila rezuma serenidad. Con veinte años, puede presumir del privilegio de haberse criado entre trajes regionales, grandes artistas y joteras y joteros de recia voluntad. Ahora, hecha toda la faena, sólo le toca esperar. Ella no, pero en Grañén y en su provincia todos cruzaremos los dedos en el momento del veredicto. Que sea propicio.